La aparición de las nuevas tecnologías y modos de hacer negocios está dando lugar, a su vez, a nuevas necesidades por parte de las empresas. Como consecuencia, los departamentos de Recursos Humanos se encuentran con serias dificultades para cubrir determinados puestos. Puede parecer una paradoja, pero la realidad es que en el mercado laboral actual, caracterizado por una alta tasa de desempleo, hay un gran número de puestos que no se pueden cubrir, debido a lo que se conoce como «escasez de talento«.
¿A qué se debe la escasez de talento?
Esta situación se debe en gran parte a la falta de experiencia de los candidatos para puestos que requieren de ella, al escaso o nulo conocimiento del sector y del negocio por parte de los candidatos y, por último, a su insuficiente cualificación académica o profesional.
Además, la inteligencia artificial, y en general las nuevas tecnologías, están cambiando los perfiles más demandados. Así, resulta que los oficios especializados, como electricistas, soldadores o mecánicos, y los representantes comerciales y de ventas, los ingenieros, los conductores y los técnicos en general, se han clasificado como los puestos más difíciles de cubrir en los últimos años.
La nueva tendencia de compra mediante el comercio electrónico, que se apoya en una enorme extensión de la actividad logística y las entregas a domicilio, da lugar a una gran demanda de conductores y de personal de servicio al cliente, aunque con un papel y una formación distintos a los que destacaban hasta ahora.
En el fondo, esto significa que en la nueva era digital el empleo no siempre va a requerir de un título académico, sea universitario o no, sino que va a depender de la capacidad de adaptación del profesional y del desarrollo continuo de sus habilidades, dado que hasta los puestos más tradicionales usan ya las nuevas tecnologías.
¿Cómo sobreponerse a la escasez de talento?
Como consecuencia de esta circunstancia, las empresas tratan de resultar atractivas para los mejores candidatos y, además, para ganar la fidelidad de su mejor fuerza de trabajo es preciso que se doten de medios para que deseen permanecer en la organización.
De este modo, la Employee Experience se ha convertido en una de las principales herramientas que los departamentos de Recursos Humanos utilizan para fidelizar a sus empleados con mayor talento. Las empresas han acabado asumiendo que, cuidando la vivencia de los empleados en el seno de la empresa, estos acaban convirtiéndose en empleados comprometidos.
Para conseguirlo, es muy importante cuidar las condiciones de trabajo de los profesionales, hacerles partícipes, saber preguntarles y escucharles, fomentar el reconocimiento por el trabajo bien hecho, dotarse de mayor flexibilidad, tanto horaria como de ubicación física del empleado, y aplicar fórmulas como el teletrabajo o el trabajo freelance. Se trata de que perciban bien que la empresa se preocupa por su bienestar.
Además, los empleadores se dan cuenta de que lo que importa de verdad es estar dispuesto a aprender, mucho más que lo que ya se sabe. De este modo, las empresas están comenzando a luchar contra la escasez de talento mejorando la formación y las capacidades de sus empleados, ajustando al máximo los requisitos académicos o profesionales y buscando en otros ámbitos o sectores a sus nuevos profesionales.
También están recurriendo a ofrecer beneficios adicionales, más allá del salario adecuado, aunque también se estén elevando las retribuciones a los niveles directivos más altos.
Sin embargo, hay que reconocer que aún son pocas las empresas que están implantando estas estrategias necesarias para solucionar el déficit de talento. La mayoría no son conscientes de la necesidad que van a tener de esos candidatos distintos para responder a los nuevos retos que ya están presentes en el mundo económico. No hay mucho tiempo para cambiar esta visión, y quién no lo haga no sobrevivirá en el mercado.