No; no nos hemos vuelto locos: la digitalización de los departamentos de Recursos Humanos ya es una realidad, y cada vez son más empresas las que se suman a esta nueva forma de entender los procesos de selección. El sistema de reclutamiento tradicional (es decir, el seleccionador que realiza una primera criba curricular después de haber leído cientos de currículums) se rinde ante los encantos del Machine Learning, la Inteligencia Artificial para reclutamiento y los sistemas de seguimiento de candidatos automatizados.
Funciones de la Inteligencia Artificial en procesos de reclutamiento
Herramientas como Seedlink o Talentier, o Applicant Tracking Softwares como Jobvite, Newton Applicant Tracking o Clear Company, por poner algunos ejemplos, son solo algunos de los programas de Inteligencia Artificial que se emplean diariamente para ayudar a los reclutadores profesionales y agilizar los procesos de selección.
Parece un relato de ciencia ficción -desde luego, motivos no nos faltan para creerlo- pero lo que en su día comenzó con un par de programas informáticos capaces de detectar las palabras clave más importantes de un CV, se ha convertido en la última tendencia en la gestión del talento humano. De momento, solo al alcance de las empresas más grandes y punteras.
La Inteligencia Artificial cuenta con una serie de herramientas inteligentes que rastrean y filtran los currículums con la técnica del Eye Tracking, identifican las habilidades idóneas para el puesto de trabajo ofertado y sustituyen a los entrevistadores en las entrevistas de trabajo preliminares.
Tipos de Inteligencia Artificial en Recursos Humanos
Ya sabemos que la Inteligencia Artificial y el Machine Learning facilitan la primera criba de los candidatos en los departamentos de gestión del talento humano; una primera fase de «descarte» que, para muchos reclutadores, se ha convertido en una tarea lenta y tediosa que alarga innecesariamente el proceso de selección de personal.
Lo cierto es que no les falta razón. Hasta día de hoy, el proceso de reclutamiento tradicional ha consistido en la siguiente rutina: publicar ofertas de trabajo en los principales portales de empleo, filtrar dichas ofertas con algunos requisitos que no siempre son respetados por los candidatos (no sería la primera vez que alguien se inscribe en un proceso selectivo para el que se requiere un elevado nivel de inglés, aún sin tenerlo) y leer los cientos y cientos de currículums que llegan a la bandeja de entrada.
¡Y todo para una primera criba curricular! ¿No sería más sencillo contar con algún tipo software que agilizase esa primera toma de contacto? ¡Por supuesto! Sigue leyendo y descubre los más habituales:
1. Applicant Tracking Systems (ATS)
Los ATS facilitan el seguimiento de los procesos de selección hasta límites insospechados. Entre sus funcionalidades más útiles se encuentra un filtrado automático que detecta las palabras clave más importantes del currículum y una serie de Killer Questions o preguntas de filtrado que, como su propio nombre indica, sirven para descartar a los primeros candidatos en esta primera fase selectiva.
2. Chatbots o bots de conversación
Estos simuladores de entrevista de trabajo no están diseñados para reemplazar a los reclutadores, pero sí son capaces de interactuar en tiempo real con los candidatos para filtrar sus candidaturas y responder las posibles dudas que vayan surgiendo en el proceso.
Dado que estos bots son capaces de procesar ingentes cantidades de información, pueden evaluar a los aspirantes y proporcionar una lista de posibles candidatos al reclutador de turno, basándose en las características y habilidades que debería tener el aspirante ideal para adaptarse al puesto.
3. Realidad virtual (VR)
Aunque el uso de este tipo de Inteligencia Artificial no es demasiado frecuente (de momento), es muy útil para sumergir a los candidatos en situaciones de trabajo que podrían darse en la vida real, para ver cómo se desenvuelven y experimenten cómo es trabajar para la empresa en cuestión.
4. Tecnología digital con Big Data y Machine Learning
O lo que es lo mismo, programas que utilizan el Deep Learning (aprendizaje profundo) y son configurados con las características y habilidades más deseables del candidato ideal.
¿Lo mejor de esta tecnología? Que no se limita únicamente al rastreo y selección de los candidatos que estén buscando empleo de forma activa, sino que amplía su «tela de araña» para llegar a un grupo muchísimo más grande de candidatos pasivos.