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Los salarios en España pueden ser de muchos tipos, en función de varios factores que a continuación analizaremos. Es muy importante que antes de firmar un contrato de trabajo y de comenzar a desempeñar tus funciones tengas muy claro qué tipo de salario va a aplicarte tu empresa, para ahorrarte posibles malentendidos posteriores. Y, desde el punto de vista del empresario, es también clave hacer un estudio previo de los puestos de trabajo que va a necesitar cubrir, así como de los tipos de remuneraciones que va a aplicar en cada caso.

Tipos de salarios
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Ejemplos de remuneraciones y sus características

Deberás escoger entre un tipo u otro (y, en algunos casos, entre varios, pues se pueden combinar), en base a las funciones que desarrollará cada trabajador, sus necesidades o sus objetivos.

1. Salario en dinero

El salario en dinero es el que se entrega mediante la moneda en curso, la moneda legal. El sueldo en dinero debería abonarse en la moneda nacional, en este caso en euros, aunque si la empresa es extranjera y paga a sus trabajadores en otra moneda, se podrá reclamar el equivalente en la moneda nacional. Dos formas de remunerar con salario en dinero es a través de cheque o transferencia.

2. Salario en especie

El salario en especie, por su parte, es el salario que se ofrece al trabajador en forma de beneficios no económicos, siempre y cuando el convenio colectivo y las leyes laborales lo permitan. Uno de los requerimientos es que se complemente con al menos un 70 % de salario en dinero. Un ejemplo de salario en especie o de incentivos no monetarios serían los bonos comida o los descuentos en transporte o guardería.

3. Salario ordinario

El salario ordinario es el que cobra el empleado a cambio de la realización de su completa jornada laboral, mientras que el salario extraordinario corresponde a la remuneración por las horas extra que este haya realizado. Este último tipo de salario es muy habitual en hostelería, donde es común tener que trabajar horas extraordinarias para atender a los últimos clientes y cerrar en condiciones el local.

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4. Salario fijo y variable

Por otra parte, la diferencia básica entre el salario fijo y el salario variable es la unidad de medida que se tiene en cuenta en cada caso. En el primero, la medida es el tiempo, de modo que el empleado siempre cobra la misma cantidad, porque la jornada laboral es siempre igual. En el caso del salario variable, la medida es el trabajo realizado: es lo que se conoce también como salario por unidad de obra, es decir, la remuneración recibida en función de los objetivos alcanzados.

5. Salario mixto

Una mezcla entre el salario fijo y el variable es el salario mixto, que implica que una parte de la remuneración sea siempre fija, y la otra varíe en función de los logros conseguidos. Es quizá más adecuado que el salario por unidad de obra, ya que genera una mínima seguridad y garantía al trabajador al tiempo que aumenta su motivación. Son situaciones típicas en el trabajo por objetivos del sector comercial, pues muchos comerciales cobran en función de las ventas o los socios que consigan.

6. Salario proporcional

Si hablamos de salario proporcional, nos referimos a aquellos sueldos que dependen de los beneficios que obtiene la empresa en cada momento. Por un lado, el salario a comisión proporciona al trabajador un porcentaje sobre los beneficios obtenidos, mientras que el salario a la parte establece como sueldo una fracción del valor de su producción.

7. Salario nominal

Por último, terminamos con el salario más común de todos, el salario nominal. Es decir, lo que comúnmente se conoce como nómina y lo que supone la remuneración de la mayoría de trabajadores en España. Se retribuye al empleado por un cargo específico y con una cantidad mensual determinada.

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