¿Es eficaz la dirección compartida de un departamento en el trabajo? Se trata de una pregunta que se repite en muchas empresas cuando se nombra a dos codirectores. Lo habitual es que la dirección quede en manos de una única persona, pero también podemos encontrarnos con equipos dirigidos por dos o más personas. Es innegable que esto supone un importante reto, y que habrá que hilar fino para evitar conflictos y tomar rápido las decisiones. Vamos a ver las claves para codirigir con éxito un departamento en el trabajo. La comunicación constante, el debate y el consenso son algunos de nuestros consejos, para saber más sobre ellos, ¡sigue leyendo!
Perfiles complementarios
Un equipo de trabajo puede contar con infinidad de perfiles. A la hora de codirigir un equipo o un departamento, es crucial contar con dos perfiles que se complementen. No tiene sentido dejar la dirección del departamento en dos trabajadores con las mismas características, pues el conflicto está servido. Habrá cuestiones donde ambos muestren un fuerte interés por imponer su postura, pero en otros asuntos puede haber cierto desinterés. Si queremos que la codirección sea eficaz, lo ideal es contar con diferentes perfiles que abarquen todas las áreas de trabajo.
Esto también facilita la coordinación en la codirección. Y no solo eso, pues además podremos aprovechar las fortalezas de cada uno. Este es un aspecto fundamental a la hora de gestionar equipos y talento, pues cada uno tiene una experiencia que nos permitirá gestionar mejor los roles del departamento, la asignación de tareas, delegación de responsabilidades, etc. Un buen líder será capaz de ver asumir sus debilidades y ver las fortalezas del de al lado. Más, cuando compartimos la dirección del departamento.
Debate y consenso
Otra de las claves para que funcione la codirección es apostar por el debate y el consenso. En el primer caso, es importante definir claramente las áreas de responsabilidad de cada uno y fijar espacios. Por ejemplo, cuándo se producirán las reuniones de esta codirección para tratar los temas relevantes de forma conjunta. En el debate, el sentido común debe guiarnos a la hora de tomar las decisiones clave para el futuro del departamento. Es lo mínimo que deberíamos exigir a quienes ocupan un puesto de tal magnitud.
El consenso va de la mano de la comunicación interna. Muchas veces nos tocará asumir postulados que no nos gustan, por algo el departamento está codirigido en no únicamente en nuestras manos. En este caso, hay que evitar la crítica en público, especialmente en caliente, y esforzarnos por una buena comunicación interna. Tan fundamental es llegar a un acuerdo o asumir una posición como ser capaces de transmitirla a los trabajadores que tenemos a nuestras órdenes. Ya sabes que una de las claves del éxito radica, precisamente, en la comunicación interna.
Comunicación constante en la codirección
Pero la comunicación interna no puede limitarse a la comunicación con los trabajadores, también es fundamental coordinarse con el resto de codirectores y mantener una comunicación fluida. El hecho de ejercer una dirección compartida nos obligará a comunicar decisiones. No podemos actuar por libre. También es importante comunicar cualquier problema que pueda surgir, las propuestas de los empleados, etc. Por eso, es imprescindible que haya feeling en la codirección. Si no existe, quizá sea más beneficioso dar un paso al lado.
Más allá de estos aspectos básicos, la codirección del departamento no se diferencia en exceso de la dirección en solitario. Nunca está de más acordar cómo se reconocerá el buen trabajo de la plantilla o qué se hará para desarrollar las fortalezas del personal. Y no olvidas que la codirección debe asumir y compartir los objetivos del departamento y la empresa. Todos tenemos que remar en la misma dirección si queremos completar con éxito esta misión compartida.