Muchos trabajadores ignoran la posibilidad de poder pedir una excedencia laboral. El Estatuto de los Trabajadores, la legislación vigente que regula los derechos y las obligaciones laborales, establece en su artículo 46 que cualquier empleado puede solicitar la suspensión temporal de su contrato de trabajo. Sin embargo, debes saber que existen una serie de requisitos para pedir una excedencia en el trabajo. Es conveniente que conozcas todos los condicionantes, así como los diferentes tipos de excedencia que existen, antes de plantearte solicitarla.
¿Quién puede pedir una excedencia en el trabajo?
El principal requisito que tiene que cumplir el trabajador que desea solicitar una excedencia voluntaria tiene que ver con la antigüedad en la empresa. Será necesario que lleve trabajando en ella, como mínimo, un año. Por otro lado, es imprescindible que el empleado no haya solicitado ya una excedencia durante los cuatro años anteriores. Si no se cumplen estas condiciones, el derecho a la suspensión temporal del contrato de trabajo no existe.
Es posible, también, que tengas que dejar de acudir al puesto de trabajo durante un tiempo para ocuparte del cuidado de algún familiar. Los requisitos de antigüedad en este caso no se tienen en cuenta: podrás disfrutar de este tipo de excedencia laboral con independencia del tiempo que lleves trabajando en la compañía.
Aunque dentro de este tipo de excedencia se pueden encontrar muchos casos diferentes, se pueden resumir en dos. Por un lado, la excedencia por maternidad o permiso por paternidad, que podrá durar como máximo tres años por cada hijo (sin importar si es acogido, adoptado o natural), siempre y cuando la edad de los descendientes sea inferior a los tres años.
Por otro lado, encontramos la excedencia para el cuidado de un familiar de hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad. En este último caso, se tendrán que justificar una de estas tres situaciones: que el familiar tiene una edad avanzada, que ha sufrido un accidente o que está padeciendo una enfermedad. En resumen, la persona de la que te hagas cargo no debe poder valerse por sí misma ni tener la capacidad de trabajar.
Existe, también, la posibilidad de que tengas a tu cargo a una persona dependiente, en cuyo caso también podrás solicitar una excedencia para atenderle. En este supuesto, el tiempo de excedencia se podrá disfrutar de forma fraccionada, y siempre bajo las condiciones que la empresa imponga por razones de organización y productividad.
La excedencia es un derecho del trabajador que contempla también ciertas condiciones, independientemente de que puedas negociar ciertos aspectos directamente con tu empresa.
Condiciones para solicitar una excedencia en el trabajo
A la hora de pedirle a tu empresa una excedencia voluntaria, puedes indicarle el tiempo concreto que deseas suspender tu contrato, o bien hacerlo de forma indefinida, si no sabes con exactitud el plazo que necesitas. Sin embargo, siempre deberás cumplir esta condición: tu excedencia no podrá ser inferior a 4 meses ni superior a 5 años.
Indudablemente, lo ideal para el empresario es que le indiques exactamente cuánto tiempo estarás ausente, porque de esta forma podrá planificar mejor tu sustitución y reincorporación al puesto de empleo tras la excedencia voluntaria. Sin embargo, es posible que no le puedas dar esta información. En ese caso, tendrás que respetar los límites temporales antes mencionados.
Tienes que saber también que en ningún caso es necesario que le comuniques a tu empresa el motivo por el que solicitas la excedencia voluntaria.
Aunque estas condiciones son comunes para todos los empleados y sectores, recuerda revisar lo que recoge tu convenio colectivo, porque pueden existir algunas peculiaridades. De la misma forma, tendrás que asegurarte de que tu contrato no contiene cláusulas que limiten este derecho. Por ejemplo, una cláusula de exclusividad, que te impediría solicitar una excedencia para trabajar en otra empresa o proyecto por un tiempo limitado.