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Dado que la trayectoria profesional es uno de los puntos más importantes a tratar en una entrevista de trabajo, es normal que el recruiter quiera saber cómo han sido nuestros anteriores puestos de trabajo: de qué hemos trabajado, qué tareas hemos desempeñado, cómo ha sido nuestra evolución dentro de la empresa… Sin embargo, también nos pueden preguntar «¿Por qué dejaste tu anterior empleo?«, una pregunta que puede resultar un tanto incómoda para nosotros (especialmente si no acabamos «de buenas» con la empresa en cuestión). Para poder responder esta pregunta de la entrevista de trabajo de la mejor manera posible y que el recruiter pueda llevarse una buena impresión de nosotros, hemos preparado los siguientes consejos:
Tanto si decidiste marcharte voluntariamente como si te despidieron, no es recomendable que hables mal sobre tus antiguos jefes o compañeros de trabajo. ¿Por qué? Porque el recruiter pensará que podrás volver a hacerlo. Sé diplomático/a siempre.
Si te fuiste de la empresa voluntariamente
Te sentías estancado/a profesionalmente, cobrabas muy poco dinero, el entorno de trabajo era tóxico, necesitabas nuevos retos, te diste cuenta de que el trabajo que tenías no era el que querías…
Como ves, existen mil y un motivos que te pueden llevar a renunciar a tu puesto de trabajo. Si el recruiter te pregunta por qué abandonaste tu empresa anterior, es importante que seas sincero/a pero de la manera más diplomática posible.
- Si renunciaste de tu anterior trabajo porque te sentías estancado o necesitabas nuevos retos profesionales, habla de ello con soltura. No hay nada de malo en darse cuenta de que necesitas un empujón para seguir avanzando en tu carrera profesional. De hecho, el recruiter valorará muy positivamente esta respuesta.
- Si cobrabas muy poco o las condiciones laborales no eran las ideales, confiesa esto último: «Me marché de la empresa porque las condiciones laborales no se ajustaban a lo que yo necesitaba«. Esta respuesta da pie a que el reclutador quiera saber las condiciones laborales que necesitas. No tengas miedo a la hora de hablar sobre tus expectativas salariales o los factores que más valoras en un puesto de trabajo (como por ejemplo la flexibilidad horaria, la posibilidad de teletrabajar, la promoción interna, etc.).
- Si tu anterior jefe o tus compañeros de trabajo eran tóxicos y te marchaste por esa razón, no es conveniente criticarlos. En todo caso argumenta que no te sentías identificado con la cultura de la empresa y por eso ahora quieres trabajar en una compañía como la que te está entrevistando.
Si la empresa prescindió de tus servicios
Si te despidieron de tu anterior trabajo, la cosa cambia un poco.
Si en tu ex empresa hicieron un ERE, una reestructuración de plantilla o te despidieron por una causa que no tenía que ver contigo, no hay ningún problema en que seas sincero y comentes que no te fuiste por tu propio pie, sino porque te despidieron por esa causa. El recruiter es consciente de los tejemanejes empresariales y de los despidos por causas externas al trabajador.
No obstante, si tu anterior jefe te despidió por alguna causa objetiva (faltas repetidas, desobediencia, abuso de confianza, bajada del rendimiento…) has de ser honesto con dicho motivo (pero sin entrar en demasiados detalles; tampoco hay que tirar piedras sobre nuestro propio tejado). Recuerda que las mentiras tienen las patas muy cortas, y basta con una llamada del reclutador a tu anterior jefe para enterarse de todos los detalles desagradables y no contratarte. Por ejemplo, algo que podrías responder es lo siguiente:
«No abandoné mi anterior empleo: me despidieron porque tuve una bajada de rendimiento. Por aquel entonces no estaba pasando por un buen momento emocional debido a unas circunstancias familiares, pero el despido me sirvió como una llamada de atención para buscar ayuda y gestionar mi conflicto. Ahora tengo un mayor autocontrol sobre mí mismo y estoy muy contento con mi evolución«.