¿Sabes qué es la distribución irregular de la jornada laboral? Se trata de modificar la jornada laboral de los trabajadores, aumentándola o disminuyéndola, en determinados momentos del año. El empresario tiene derecho a hacer esto, aunque con ciertos matices. De igual forma, los trabajadores están obligados a cumplirlo, si la modificación cumple todas las condiciones, pero también contarán con ciertos derechos o beneficios al respecto.
¿En qué consiste la distribución irregular de la jornada de trabajo?
A continuación, te explicamos todas las claves que debes conocer acerca de la distribución irregular de la jornada laboral para que puedas entender este tipo de jornada de trabajo, por qué se aplica en algunos casos, cuáles son sus límites y cuáles son los derechos que tienen los trabajadores al respecto.
1. La distribución irregular de la jornada es legal
La distribución irregular de la jornada laboral de los trabajadores está regulada por la ley y el empresario puede llevarla a cabo, siempre dentro de unos límites y respetando los derechos del trabajador. Así, se permite a las empresas introducir ciertas modificaciones en la jornada laboral, que en ocasiones pueden incluso beneficiar a los trabajadores, con el objetivo de poder adaptar la actividad de la empresa a las necesidades reales del mercado en cada momento del año.
2. No es necesario que sea una distribución pactada
Aunque lo ideal es conseguir una modificación de la jornada laboral pactada entre empresario y trabajadores (o representantes sindicales, en caso de haberlos), en muchas ocasiones esto no es posible, y la empresa opta por introducir la distribución irregular de la jornada sin el acuerdo de los empleados. En cualquier caso, siempre que no se incumpla ningún requisito, podrá aplicarse de forma unilateral esta decisión.
3. Existen ciertas limitaciones
Estas son las limitaciones más importantes que la empresa deberá respetar si quiere introducir una modificación en la jornada laboral:
- Solo podrá modificar sin el consentimiento de los trabajadores un máximo del 10 % del total de la jornada laboral. Esto es, por ejemplo: si la jornada laboral semanal es de 40 horas, solo podrá cambiar un máximo de 4, para distribuirlas como prefiera.
- Además, se deberán respetar dos límites básicos: no podrá existir un descanso menor de 12 horas entre una jornada y otra, y cada jornada no podrá superar en ningún caso las 9 horas.
- La empresa deberá avisar al trabajador con, al menos, 5 días de antelación antes de hacer efectiva la modificación de la jornada laboral.
- La compensación de la jornada laboral irregular, en caso de que se le hayan añadido a esta horas de más, tendrá que realizarse antes de que transcurra un año.
5. No puede aplicarse a todos los trabajadores
La jornada laboral irregular no podrá aplicarse por igual a cierto tipo de trabajador, a no ser que se alcance un pacto con dichos trabajadores. En primer lugar, hablamos de los profesionales contratados a tiempo parcial y, en segundo lugar, de los empleados que se encuentran disfrutando de una reducción de jornada.
6. No conlleva una compensación económica
La distribución irregular de la jornada irregular, aunque no esté aceptada por los trabajadores, no deberá ser compensada económicamente, ya que el empresario tiene la obligación legal de ‘devolver’ las horas extraordinarias a sus trabajadores. Al final, las horas trabajadas a lo largo de todo el año deben ser las mismas.
Hay que tener en cuenta que no siempre esta medida supondrá un perjucio para los trabajadores. De hecho, la distribución irregular de la jornada laboral es considerada por muchos como una medida de flexibilidad laboral.
Por ejemplo, en muchas empresas se trabaja un poco más durante todo el año para poder trabajar solo por las mañanas durante los meses de verano. Así, la empresa ajusta sus costes en las épocas de menor actividad, y los trabajadores disfrutan más de su tiempo libre en esa época del año.