No son uno ni dos, sino cientos de estudios, que han demostrado las relaciones entre las condiciones psicosociales del trabajo y la salud mental de los empleados. Combinaciones como un bajo control percibido y las altas demandas laborales siembran un terreno peligroso que predice el padecimiento de determinados problemas que afectan a la salud mental. Trastornos como la ansiedad y depresión tienen un efecto muy negativo sobre la calidad de vida y la capacidad funcional en el trabajo.
La prevención, detección y tratamiento de los problemas de salud mental en el ámbito laboral no es tarea sencilla debido a su carácter multidimensional. A esta problemática se une el estigma que pesa sobre la enfermedad mental, causante, entre otros factores, de que menos de una tercera parte de las personas con trastornos mentales reciba asistencia sanitaria.
Por tanto, poner el foco sobre las vías de actuación ante esta situación es un input necesario que se debe abordar desde las propias organizaciones, en colaboración con otros servicios multidisciplinares y analizando las consecuencias del actual mercado de trabajo, con el fin de reducir o amortiguar su incidencia.
La carga económica que reciben las empresas a consecuencia de las psicopatologías genera un fuerte impacto en términos de productividad, alta rotación de personal, sobrecargas y nuevos entrenamientos a quienes reemplazan a los ausentes; por lo que todo esto hace que sea clave traer a la discusión en el ambiente laboral, la salud mental. Es importante saber que los factores que influyen en la salud mental en el trabajo son detonantes y que pueden ser evitados con una gestión adecuada.
Relación entre empleo y Salud Mental
Cuando pensamos en el trastorno mental dentro del ámbito del trabajo, hay tres efectos básicos que enlazan las interacciones entre empleo y salud mental:
Los efectos de las condiciones de trabajo (o desempleo) sobre la salud mental.
Los efectos de la enfermedad mental sobre el desempeño laboral.
Los efectos de otros factores como son variables individuales, familiares, origen sociocultural…que deben ser considerados simultáneamente.
Según los expertos, el hecho de tener un empleo protege la salud mental tanto en hombres como en mujeres en general.
Sin embargo, el trabajo puede convertirse en causa o agravante de los problemas de salud mental a través de tres factores fundamentales que suelen actuar de forma acumulativa y negativa para el trabajador:
- Condiciones del medio ambiente material.
- Medio ambiente psicológico.
- Medio ambiente socioeconómico.
Tabúes y estigmas que agravan la situación
A toda la complejidad ya mencionada, se suma el estigma que aún pesa sobre la enfermedad mental, fruto del desconocimiento fundamentalmente.
Esto conlleva, entre otros muchos factores (cultura, costes de los tratamientos, falta de políticas y legislación apropiada…), a la ocultación y la negación de la problemática; aún más en el ámbito organizacional. Y por ello, menos de una tercera parte de las personas con trastornos mentales recibe asistencia sanitaria.
¿Qué dice la Prevención de Riesgos Laborales ante esta problemática?
Según la definición de aporta la LPRL sobre condiciones de trabajo, podemos inferir que son los factores psicosociales del trabajo, los que determinan la presencia o no de posibles riesgos psicosociales, los cuales se relacionan en mayor medida con problemas de salud mental.
Factores de riesgo psicosociales relacionados con el ámbito laboral
Estos factores, comprenden aspectos del puesto y el entorno de trabajo, las funciones a desempeñar, las relaciones interpersonales, clima laboral ,cultura organizacional, etc.
En general, se presenta una tendencia hacia los trastornos de ansiedad cuando las dificultades se relacionan con interacciones sociales en el trabajo. Por otro lado, la tendencia se encaminaría hacia el abuso de sustancias, trastornos del estado de ánimo y problemas gastrointestinales cuando los factores se asocian a las cargas de trabajo.
Por ello, los factores de riesgo intrínsecamente relacionados con la problemática de afectación en cuanto a salud psíquica se refiere, serían:
Acoso laboral y sexual.
Violencia.
Discriminación.
Sedentarismo.
Por todo ello, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales sugiere considerar los factores de vulnerabilidad y de protección individuales en los programas de prevención secundaria que desarrollen competencias y habilidades en los trabajadores para el manejo y control de los estresores.
Principales alteraciones psicológicas derivadas del trabajo
Entre las principales alteraciones derivadas del trabajo destacan el estrés laboral la adicción al trabajo y las consecuencias psicológicas del horario laboral. Asimismo, no se deben olvidar las alteraciones que, en una sociedad como la nuestra, en la que se priman al máximo los logros materiales y el éxito, pueden producir tanto el desempleo como la jubilación.
Por último, destacar un fenómeno que se produce habitualmente en el contexto laboral: el acoso sexual en el trabajo.
El estrés laboral
Desde una perspectiva laboral, los estresores más destacables serían aquellos vinculados a:
- Las demandas del trabajo.
- El ambiente donde se trabaje.
- Los contenidos del trabajo.
- El desempeño de roles.
- Desarrollo de la carrera profesional.
- Otros factores externos al puesto de trabajo.
Un tipo concreto de estrés laboral es el burnout , el cual suele aparecer en aquellas profesiones caracterizadas por una relación constante y directa con otras personas (psicólogos,
profesores, etc). Presenta, además, unas características propias y específicas, por lo que constituye un síndrome diferenciado.
Evita la carga mental de trabajo para poder trabajar centrado y enfocado en cada tarea y organizarte perfectamente.
La adicción al trabajo
¿Eres un Workaholic? La adicción al trabajo forma parte de las adicciones psicológicas por contar con suficiente evidencia clínica en la actualidad. La laborodependencia se caracteriza fundamentalmente por:
- Implicación progresiva, excesiva y desadaptativa a la actividad laboral.
- Pérdida de control respecto a los límites del trabajo.
- Interferencia negativa en la vida cotidiana (relaciones familiares y sociales, tiempo de ocio, estado de salud, etc.).
A pesar de que se desconocen todavía muchos aspectos sobre este cuadro clínico, la sociedad competitiva actual, junto con la alta valoración social del trabajo, suponen un caldo de cultivo más que peligroso para el desarrollo de este trastorno.
Las consecuencias psicológicas del horario laboral
Los ritmos y horarios que tengamos en nuestra actividad profesional son un factor importante en el impacto que esta cuestión puede tener en la salud mental. De todas las casuísticas, el trabajo por turnos afecta aproximadamente al 20% de la población laboral. Las personas con este tipo de horarios presentan habitualmente:
- Problemas adaptativos (fisiológicos y sociales).
- Trastornos del sueño (insomnio fundamentalmente).
- Riesgo de padecer trastorno del ritmo circadiano, o más comunmente conocido como «sueño desestructurado». Esto afecta fundamentalmente a los trabajadores con turnos rotativos de mañana-tarde-noche y aquellas profesiones que lleven el Jet Lag implícito, como es el caso de los pílotos de avión.
Las consecuencias psicológicas del desempleo
Uno de los mayores problemas existentes hoy en día en los países desarrollados es la falta de empleo. Se cuenta con una amplia evidencia empírica que indica que es causa de un deterioro en la salud mental. De hecho, existen determinados colectivos más afectados por el desempleo , donde estas consecuencias psicológicas pueden incidir de forma especialmente insidiosa.
En general, las personas desempleadas presentan un nivel de salud mental general peor que las personas en activo. Además presentan:
- Aumento en los niveles de depresión y ansiedad.
- Inadaptación a la vida cotidiana.
- Disminución significativa de la autoestima.
Las consecuencias psicológicas de la jubilación
Con el aumento de la esperanza de vida, las personas mayores pasan mucho más tiempo jubiladas. La mayor parte de ellas están satisfechas y se adaptan bien a las nuevas circunstancias.
Sin embargo, el hecho de entrar en esta etapa se suele relacionar con la vejez. Por ello, contar con un buen estado salud general y bienestar económico suelen ser dos factores protectores muy potentes ante el riesgo de padecer alguna afectación psicológica derivada.
Para el caso de la jubilación anticipada, se ha observado un mayor número de consecuencias adversas.
El acoso sexual en el trabajo
El acoso sexual consiste en un comportamiento coactivo de carácter sexual no deseado por la persona a la que va dirigido y que afecta a su dignidad, incidiendo de forma negativa en su situación
laboral. Suele producirse desde empleados de mayor categoría en el organigrama de la empresa.
Entre las consecuencias psicológicas del acoso laboral sexual, destacan:
- Merma en la estabilidad emocional de la víctima.
- Riesgo de padecer Trastorno de Estrés Post-traumático (especialmente en las víctimas de agresión sexual).
- Sentimientos de humillación, culpa y vergüenza.
- Miedo, irritabilidad, estrés, malestar, tristeza.
- Insomnio.
¿Cómo atajar el impacto de la Salud Mental en el ámbito laboral?
Para hacer viable un modelo de prevención y mejora del impacto de la salud mental en el ámbito laboral, debe surgir una red de coordinación interdisciplinar entre Atención Primaria, Salud Mental y Salud Laboral. Esta coordinación es especialmente importante cuando nos encontremos ante:
- Casos clínicos complejos (patologías duales, complicaciones psicosomáticas…).
- Trabajadores que padecen un trastorno mental crónico.
- Empleados con funciones de alta responsabilidad sobre terceros (como médicos, enfermeros, etc.).
Detectando los problemas de salud mental: signos de alarma en el trabajo
Cada trabajador, independientemente del estado de su salud mental inicial, tiene unas actitudes diferentes en función del grado de salud, competencias, expectativas, y motivaciones. Todo ello condiciona su grado de satisfacción/insatisfacción laboral y vital, el nivel de estrés y calidad de vida, tanto personal como laboral.
Por ello, es importante estar atentos ante determinados signos de alarma que pueden estar indicando alteraciones de comportamiento que requieran una evaluación inicial:
- Absentismo o presentismo laboral.
- Desmotivación o disminución del rendimiento.
- Desobediencia de las tareas propias de su rol.
- Conflictos interpersonales con compañeros que antes no ocurrían.
- Conductas agresivas en el trabajo.
- Falta de colaboración y evitación del contacto con los compañeros.
- Dificultad en la toma de decisiones.
- Ausencias no justificadas.
- Expresiones de preocupación por parte de compañeros y/o supervisores.
Acciones hacia el logro de una organización mentalmente sana
Organismos como el Consejo de Agenda Global sobre Salud Mental y la OMS proponen varias acciones que se pueden implementar desde los entornos organizacionales para atajar el impacto de la salud mental en el ámbito laboral:
- Enriquecimiento del trabajo incrementando la autonomía del trabajador, la calidad de la supervisión y la formación continua.
- Potenciar las políticas de Prevención de Riesgos Laborales y enfocarlas a la prevención secundaria.
- Favorecer estilos de supervisión y de liderazgo participativo-democráticos.
- Desarrollar de la carrera profesional según criterios objetivos y evaluables de calidad científica y de justicia.
- Planes de educación sanitaria para el conocimiento y control de los factores de riesgo conocidos.
- Aprender de otras compañías que han tomado medidas en esta materia y cómo lo han hecho.
- Promover vías informativas desde el entorno laboral para conocer dónde acudir si el propio empleado o un compañero necesita ayuda.
Se estima que la depresión y la ansiedad tienen un impacto en la economía global de un billón de dólares al año en pérdida de productividad. Las personas con un diagnóstico de enfermedad mental son más propensas al desarrollo de condiciones crónicas, y las personas con enfermedades crónicas son más vulnerables al deterioro de su salud mental. Esto se ve reflejado en la prevalencia de los trastornos mentales como causa de discapacidad a nivel mundial, lo cual afecta directamente a las empresas.
Estas acciones, no solo revertirían en lo inmaterial, sino también en lo económico, ya que se estaría incidiendo en el fomento de la productividad en el trabajo y la satisfacción laboral de los empleados y esto se traduce en mejoras de resultados.
Mingote Adán, José Carlos, Pino Cuadrado, Pablo del, Sánchez Alaejos, Raquel, Gálvez Herrer, Macarena, & Gutiérrez García, Mª Dolores. (2011). El trabajador con problemas de salud mental: Pautas generales de detección, intervención y prevención. Medicina y Seguridad del Trabajo, 57(Supl. 1), 188-205. https://dx.doi.org/10.4321/S0465-546X2011000500012