No es demasiado recomendable enviar un currículum con pretensión salarial, sin conocer previamente los detalles y resquicios del puesto de trabajo, las exigencias de la empresa hacia sus trabajadores, y los beneficios que supondrá para el negocio contar con un profesional como tú en su plantilla. Entonces, ¿resulta imposible añadir la pretensión salarial en el currículum? Tampoco. Hay que saber cómo hacerlo y lo más importante, dónde.
Cómo poner las pretensiones salariales en el CV
La mayoría de reclutadores recomiendan a los profesionales añadir las pretensiones salariales en la carta de presentación, para que el impacto sea menos negativo para la empresa. Para ello, se debería incluir un rango salarial (nunca una cantidad cerrada fija) de acuerdo a la experiencia de trabajo en anteriores empresas y las remuneraciones obtenidas previamente.
En otras ocasiones, se apuesta por adjuntar un resumen de los puestos de trabajo y la experiencia laboral, junto con la cuantía económica se percibió durante ese período. Sé honesto en este sentido y no falsifiques los antiguos salarios.
No obstante, recuerda que a la hora de poner las pretensiones salariales en el CV es vital añadir la posibilidad de negociar o flexibilizar la cantidad económica, en caso de desacuerdo por parte de la empresa. Ten en cuenta que los salarios oscilan mucho de un negocio a otro, en función de sus beneficios, jornada laboral e incluso de la política y la infraestructura interna.
Ahora bien, la opción más recomendada por recursos humanos sigue siendo sin lugar a dudas, esperar a comentar la pretensión salarial en la entrevista de trabajo. Esta técnica se utiliza para evitar distraer al reclutador de su verdadera intención de contratante, y transmitir una imagen más sincera y confiable. Es evidente que el salario y sus pretensiones van a terminar por definir la aceptación o rechazo de la oferta, pero exponer ese tema de forma tan directa como en el CV puede conllevar serias dudas e incluso desconfianza por el reclutador.