Una de las claves del crecimiento de cualquier organización es la innovación, y la innovación se consigue trabajando de forma creativa. Las personas creativas son las que más valor pueden aportar a cualquier empresa, pero para que esa creatividad salga a la luz hace falta definir un entorno adecuado y poner en práctica una serie de técnicas para desarrollar ideas creativas en el trabajo. ¿Qué obtiene la empresa a cambio? Que sus trabajadores sean colaboradores necesarios en el diseño de procesos, productos y servicios revolucionarios, realmente nuevos en el mercado. Este hecho ayudará a la organización a diferenciarse de la competencia y, por supuesto, hará que aumenten los beneficios.
Cómo impulsar la creatividad en el trabajo
Así, las ventajas de contar con profesionales creativos están claras. Pero, ¿cómo ayudar a que esto ocurra? Estas son las técnicas más efectivas para desarrollar ideas creativas en el trabajo:
1. Brainstorming o lluvia de ideas
Esta es quizá la técnica más conocida de todas: consiste en organizar una reunión de trabajo para que un grupo de personas encuentre la solución a un problema concreto. Uno es el encargado de exponer el problema y, una vez conocido por todos, se van aportando ideas de forma libre y sin ningún tipo de filtro. E
s útil ir apuntando todo lo que se comente en la reunión sea del tipo que sea de brainstorming, por muy descabellado que parezca. De la idea más loca, puede surgir una pista para dar con la solución real al problema.
Este tipo de técnicas son muy útiles para liberar la mente de los trabajadores, que muchas veces está muy encorsetada en las tareas más rutinarias. Es fundamental para llevarla a cabo no censurar ni criticar ninguna aportación.
2. ¡Di adiós al miedo!
Tanto en las reuniones de brainstorming, como en cualquier otra situación en el trabajo, los jefes deben trabajar y esforzarse por que sus empleados no sientan miedo a expresarse y a equivocarse. La base de la creatividad es la libertad, y esta se consigue si no existen críticas ni reproches a los propios pensamientos y enunciados. Como mucho, las críticas en el trabajo deben ser constructivas. En este sentido, una de las técnicas que se pueden aplicar cuando un trabajador propone en firme una cuestión, es animarle a hacer una prueba.
«Ok, pruébalo y me dices cómo ha ido» sería la respuesta ideal ante una propuesta, aunque no se confíe mucho en ella. El empleado no se sentirá censurado y pondrá en práctica su imaginación, aumentando así las posibilidades de encontrar una solución, sea esa solución la primera idea que ha tenido, o no.
3. Apuesta por los espacios recreativos
El juego estimula la creatividad y la productividad del trabajo, y las posibilidades en una oficina son infinitas: futbolines, dardos, mesas de ping pong, videojuegos… Ofrecer a los empleados espacios recreativos para liberar su mente es una buena técnica para conseguir ideas más creativas e innovadoras.
4. Instala pizarras gigantes en la pared
Todo el mundo en la oficina será libre de apuntar lo que quiera en esas pizarras, que se convertirán en una especie de mural colectivo de ideas creativas. Un brainstorming permanente y visible que cuesta muy poco y aporta mucho.
5. Fomenta la interacción con otros departamentos
Hacer siempre las mismas cosas no va a ofrecer nunca un resultado diferente. Hay que salir de la rutina, y una sencilla y nada costosa forma de hacerlo es permitiendo el libre flujo de los trabajadores entre los diferentes departamentos, incluso de forma organizada. Organizar reuniones de trabajo entre los departamentos nos permitirá conocer el mismo trabajo desde otras perspectivas puede hacer que se abra la mente de formas insospechadas.
6. No interrumpas el flujo de creatividad
Por último, un consejo: si detectas que un trabajador está concentrado, en pleno ‘flow’ (ese estado al que llega la mente cuando disfruta con lo que está haciendo), no le interrumpas. Es en esos instantes en los que pueden nacer las ideas más sorprendentes y creativas.