En psicólogo David Goleman fue el primero en acuñar el término «inteligencia emocional» para lanzar una propuesta rompedora: entender las emociones propias y ajenas es más importante para el desempeño en la vida que tener un cociente intelectual elevado. En el ámbito laboral, estas competencias emocionales pueden ayudarte no sólo a mejorar las relaciones laborales con tus compañeros de trabajo, sino también a alcanzar tus propias metas laborales y personales.
Las competencias emocionales en el trabajo
En su libro Las prácticas de la inteligencia emocional, Goleman define las competencias emocionales, nuestras capacidades o aptitudes relacionadas la gestión de emociones, en dos categorías: personales y sociales. Las primeras se centran en nuestra relación con nosotros mismos, y las segundas, en nuestra forma de relacionarnos con los demás. Ambas juegan un papel importante en el ámbito laboral.
5 claves de la Inteligencia Emocional para tener éxito en el trabajo
Conoce a continuación, 5 dimensiones cruciales para para mejorar la Inteligencia Emocional tanto en el trabajo como en la búsqueda de empleo:
1. La autoconciencia
El conocimiento de uno mismo es muy importante para darnos a nosotros mismos el valor que merecemos. La confianza en uno mismo en el puesto de trabajo empieza por observarnos y reconocer correctamente nuestras emociones y nuestra propia valía.
2. La autorregulación
La forma en que gestionamos nuestros impulsos emocionales debe responder siempre al autocontrol, es decir, nuestras acciones deben enforcarse en alcanzar nuestros objetivos, y no estar motivadas sólo por nuestro estado de ánimo. Una buena gestión de nuestras emociones en el trabajo demostrará a los demás que pueden confiar en nosotros, y que podremos adaptarnos a los cambios porque seguiremos nuestros objetivos a pesar de las emociones negativas.
3. La automotivación
Mantener la motivación en el trabajo puede resultar difícil cuando el trabajo se vuelve monótono o, por el contrario, demasiado estresante. Las personas optimistas, con iniciativa y que muestran interés por seguir mejorando encontrarán más oportunidades laborales y prosperarán en ellas.
4. La empatía
Las competencias emocionales sociales son primordiales a la hora de poner en práctica la inteligencia emocional en el liderazgo empresarial. Entender lo que sienten compañeros y subordinados nos ayudará a ser mejores líderes, a anticipar sus necesidades y crear un buen ambiente de trabajo donde puedan potenciar al máximo sus habilidades.
5. Las habilidades sociales
Existen personas que saben perfectamente cómo relacionarse con los demás y causar un efecto positivo, pero por lo general, las habilidades sociales se pueden adquirir con la práctica. Un ejemplo son estos aspectos vinculados con las competencias emocionales en los que se puede trabajar para potenciar nuestro rendimiento laboral:
- Influencia. Es la capacidad de persuadir a los demás para alcanzar nuestras metas profesionales. Es una habilidad clave, por ejemplo, en los trabajos de cara al público o relacionados con ventas.
- Ser el catalizador del cambio. ¿Estás al día de las últimas tendencias, y tus conocidos siguen tus pasos sin dudarlo? Saber ver las oportunidades en los cambios y transmitir tus ideas con confianza puede ser de ayuda en la mayoría de los sectores.
- Resolución de conflictos. Tanto si eres jefe como si eres empleado sabes que es difícil alcanzar las metas laborales a base de imponerse por la fuerza. Las capacidades de negociación y diálogo te llevarán lejos.
- Colaboración y cooperación. Se trata de aunar fuerzas con los demás, porque los esfuerzos colectivos son mucho más productivos. Es por esto que el trabajo en equipo es una de las habilidades blandas más demandadas por las empresas.
¿Cómo desarrollar la Inteligencia Emocional para encontrar empleo?
La mayor ventaja competitiva de un candidato para un proceso de selección es, sin duda, la inteligencia emocional.
Pasamos gran parte de nuestra vida aprendiendo destrezas técnicas para mejorar nuestro currículum y ser candidatos competentes frente a las exigencias del mercado laboral. Sin embargo, en muchas ocasiones nos olvidamos de cultivar o enfatizar nuestra candidatura desde aquellas habilidades o competencias tan necesarias para saber gestionar nuestras emociones de forma adecuada.
La búsqueda de empleo es sin duda el trabajo más duro al que nos enfrentamos. Es una incertidumbre diaria que puede generar un sin fin de emociones negativas, que mal gestionadas, pueden enterrar de lleno todos nuestros esfuerzos.
Buscar un trabajo desde las soft skills , nos garantiza hacerlo con sosiego y paciencia , con una visión de la realidad nítida, y con toda la energía enfocada hacia el objetivo deseado.
Pautas para mejorar la empleabilidad desde la Inteligencia Emocional
Puedes estar tanto trabajando pero en busca de una mejora profesional, como estar desempleado y en búsqueda de una oportunidad laboral que impulse tu carrera. Sea cual sea, tu caso, estos 3 tips enfocados desde la Inteligencia Emocional pueden serte muy útiles de cara a encontrar un nuevo empleo:
Conócete mejor para lograr un empleo
El autoconocimiento profesional es una cuestión fundamental. Gracias a ello, podemos saber a ciencia cierta a qué sector queremos dirigirnos, en qué tipo de trabajo nos sentimos más cómodos y cuáles son nuestras virtudes y defectos frente al resto de candidatos.
La capacidad para entender cómo puede ser percibida nuestra candidatura nos ayudará mucho a afinar el perfil. Si con ello además, fomentamos nuestra capacidad comunicativa conseguiremos hacer una difusión efectiva de nuestra candidatura.
Estrés bajo control
Es importante ser conscientes de aquellos entornos potencialmente estresantes para nosotros. Recordemos que las emociones tienen una gran influencia en nuestros pensamientos, por lo que es muy importante generar entornos cómodos para fomentar el éxito.
Optimiza tus emociones
La autoregulación constante de las emociones en todo el proceso de búsqueda de empleo es el tip más importante, pues nos mantendrá enfocados hacia el objetivo que queremos conseguir.
Las emociones deben ser gestionadas siempre hacia una tendencia en positivo. Cuando las personas somos más positivas, también nos volvemos más creativas, por lo que ante determinados procesos de selección es muy bueno enfocarlos con actitud positiva para alcanzar el éxito.
No obstante, esto depende del proceso y del puesto al que se quiera optar; no siempre se puede ser demasiado positivo. Demasiada emoción y creatividad podrían hacer que que nos desviemos y por tanto, lo más adecuado para procesos muy exigentes o con demandas concretas es afrontarlos desde una neutralidad emocional.
- http://www.injuve.es/sites/default/files/guia_jovenes_talento_perfilemprendedor_7.pdf