Si constantemente piensas que no estás agusto en tu trabajo y puedes incluso a pensar que no te gusta, puede ser que necesites un cambio de aires o un cambio de orientación profesional. Si quieres dar otro rumbo a tu carrera profesional o formarte más en profundidad y tienes miedo a dar ese paso, tranquilo, todos nos hemos sentido así alguna vez. La escasa flexibilidad laboral, una mala cultura empresarial, un salario injusto, un ascenso laboral que nunca llega o bien por el puesto de empleo que no encaja muy bien con el perfil profesional, por los compañeros, por falta de autonomía o bien por el ambiente son algunas de las causas notables de sentirse insatisfecho en el trabajo. Incluso a veces todas estas cuestiones están en orden pero puedes sentir que tus valores no están al 100% alineados con la de la empresa. Si piensas que no te gusta tu trabajo, presta atención, y descubre qué puedes hacer y qué debes valorar para aclararte.
Motivos por los que tu empleo no te gusta
Cambiar de profesión, de trabajo o dejar un trabajo no es sencillo y más cuando la compensación económica está equilibrada. Hay muchas situaciones a la hora de decidir dejar un trabajo que pueden evitar que tomes este decisión y es que, a no ser que el trabajo no te compense realmente, es importante buscar otra opción antes de dejarlo o realizar una previsión de ahorro para poder estudiar o reorientar tu carrera profesional.
Existen muchas alternativas que pueden desembocar en la afirmación de «no me gusta mi trabajo» y en la insatisfacción laboral, la clave es analizar qué debes hacer y mejorar la posición en la que te encuentras laboralmente hablando. Repasamos las opciones más comunes antes de darte algunas soluciones:
- No me gusta mi trabajo pero el salario me compensa
- No me gusta mi trabajo pero lo necesito
- Me gusta mi trabajo pero no gano lo suficiente
- Me gusta mi trabajo pero no aguanto a mi jefe o a mis compañeros
Qué hacer cuando tu trabajo no te gusta
Puede ocurrir que no te guste el ambiente de tu trabajo, el desarrollo profesional que estás adquiriendo, o no te gustan las funciones que asumes, la realidad es que no sólo trabajamos para ganar un salario. Intenta cambiar tu forma de ver tu trabajo, es esencial ganarse la vida y que esta sea con un empleo lo más satisfactorio posible, dado que es una parte importante de la vida.
- Si tu pensamiento es «no estoy agusto en mi trabajo, qué hago» tienes que valorar qué te ayuda a pagar ese trabajo, cómo te beneficia y de qué deberías prescindir si no continuas en ese puesto de trabajo. Por ello, si necesitas pagar una hipoteca, un colegio y otras necesidades familiares, lo ideal es que ahorres y que dejes el trabajo cuando tengas un plan B claro. Así que escribe un listado y pon en una balanza los pros y los contras, repasa los aspectos negativos y si pueden cambiarse.
- No renuncies de inmediato, si tienes un trabajo estable, busca otro camino sin necesidad de dejarlo desde el primer momento.
- Por ejemplo, si quieres darle un giro a tu perfil profesional, puedes formarte online sin necesidad de invertir demasiado tiempo. Compaginándolo con el trabajo con una jornada intensiva y verás como te acercas más a tu objetivo para luego buscar otra salida profesional que te guste más.
- Otra opción es intentar cambiar lo que no te guste del trabajo, siempre y cuando esto sea posible. Comprométete, intenta mejorar el ambiente o habla con un superior para gestionar mejor tus funciones y que encajen mejor con tu perfil profesional. Puede ser que no sea un cambio inmediato, pero siendo optimista, marcando objetivos y una rutina clara de trabajo quizás las cosas empiecen a cambiar poco a poco de manera que te sientas más cómodo formando parte de la plantilla. Cambiar de actitud puede facilitarte las cosas y no permitas que una serie de sentimientos negativos se apoderen de ti, sé profesional y persigue tus metas profesionales.
- Cada mes aplícate objetivos, retos y metas para superarte profesionalmente, aunque sea a nivel personal e individual puedes motivarte así y querer superarte puede ser un gran idea para poder reconducir un puesto de empleo que te ha quemado.
- Por otro lado, puedes incorporar nuevas funciones y tareas que te motiven más para relacionarlo con tu trabajo actual.
- Contar con compañeros de calidad y tener relaciones sociales más allá del trabajo puede ayudarte a sentirte mejor en el ambiente laboral y que la jornada no se te haga tan larga.
- Si tienes claro que no es tu sitio, puedes buscar otra oportunidad laboral. Reflexiona, piensa y define correctamente lo buscas, prepara tu CV, preséntate a las ofertas que mejor encajen con tu perfil. Si puedes, cambia de trabajo pero no dejes el que tienes hasta que la oportunidad de cambiar de trabajo se haga realidad.
- Si no te gusta tu empleo y te has cansado de trabajar para otros, también puedes emprender tu propia empresa y trabajar para ti, creando una empresa, un plan de negocio y mejorando todo lo que te hubiese gustado cambiar cuando tenías un puesto anterior. O incluso combinarlo, te aseguramos que no es un camino sencillo, pero puede ser mucho más satisfactorio.
- Una alternativa es cambiar de empleo sin cambiar de empresa, puedes quedarte con tu empleador pero cambiar de funciones y responsabilidades, dejando a un lado tu posición actual para adquirir otra que se adapte mejor al perfil profesional que quieres aspirar.
Si no haces nada para cambiar tu situación y determinar un camino laboral que te satisfaga de mejor manera, puedes quejarte pero no tomarás otro rumbo nunca. Son múltiples las alternativas a la hora de actuar, no obstante la clave es tomar una determinación y sopesar las opciones sin necesidad de sacrificar tu felicidad en el trabajo.