Son muchas las personas que deciden, por motivos muy variados, cambiar de trabajo en un momento determinado de su vida. Este hecho se da sobre todo entre los más jóvenes, pero no es algo ajeno a los profesionales senior. En algunos casos el cambio llega a ser tan significativo que puede conllevar, incluso, un cambio de profesión. La necesidad de reinventarse o la de encontrar algún tipo de mejora son dos buenas razones, pero hay muchos más motivos para cambiar de trabajo. Te contamos a continuación cuándo y por qué es posible que un empleado sienta la necesidad de cambiar de trabajo.
¿Cuándo es el momento de cambiar de trabajo?
Existen una serie de factores que pueden hacer que un momento se convierta en el ideal para dar el paso definitivo y cambiar de trabajo. Estos son los factores más comunes:
1. El sueldo
Es una de las principales motivaciones para empezar el proceso de cambio. Es posible que la situación familiar se haya visto modificada, que hayan transcurrido muchos años sin aumentos salariales o que simplemente se considere, en un momento dado, que el sueldo que percibimos no es justo o suficiente. De igual forma, existen otros incentivos no monetarios que pueden echarse de menos.
2. Problemas con los jefes
Muchas veces los trabajadores no huyen de un empleo, sino de un mal líder. Si el empleado siente que no existe una buena relación entre él y su jefe, es probable que se sienta incómodo y tenga la necesidad de cambiar de puesto de trabajo. También puede suceder, en el peor de los casos, que se hayan llegado a tener con los superiores ciertos enfrentamientos.
3. Insatisfacción
La insatisfacción laboral es un factor muy importante. Muchas veces se acaba asumiendo, pero otras el empleado decide ponerle fin buscando otro trabajo. La falta de reconocimientos, la dificultad para conciliar la vida laboral y la familiar o la escasa flexibilidad son algunos de los puntos que pueden, con el tiempo, generar esa insatisfacción.
4. Estancamiento
Llega un momento en la vida de todo empleado en el que ya conoce a fondo su labor y sus herramientas. De pronto, deja de aprender cosas nuevas y las tareas se vuelven cada vez más repetitivas. Esto puede motivar su deseo de cambio, aunque podría evitarse apostando por la formación y el reciclaje profesional, por ejemplo.
5. Situación de la empresa
Si la compañía atraviesa una mala situación económica, se están produciendo despidos en la misma o se escuchan rumores de una posible venta o fusión, es probable que parte de los empleados se alarmen y comiencen a buscar un nuevo trabajo.
6. Disconformidad con la cultura empresarial
Es posible que se empiece a sentir que los valores de la empresa no se adecuan a los propios, y que la labor que se hace cada día no se ajusta a lo que se considera como correcto. Este es, sin duda, un buen motivo para cambiar.
7. Una buena oferta
Otra opción es que te sientas bien y no sientas la necesidad de irte. Pero, de pronto, recibes una llamada en la que te ofrecen un nuevo puesto de trabajo en otra empresa, más importante y con mejor sueldo. A veces, la tentación es difícil de evitar.
8. Problemas personales
En ocasiones se establecen relaciones personales con los compañeros de trabajo, que pueden ocasionar conflictos, discusiones irreconciliables o incluso casos de acoso laboral, y que pueden dificultar el día a día en el trabajo.
9. Escasa formación o aprendizaje
Como hemos comentado, la formación es una vía para lograr que el empleado se sienta más satisfecho y realizado profesionalmente hablando. Así, la ausencia de formación y aprendizaje facilitado por la empresa puede hacer que nos planteemos cambiar.