No siempre somos conscientes de una de las consecuencias más trascendentes de las nuevas tecnologías sobre la vida cotidiana de las personas. Nos referimos a la capacidad que estas tecnologías brindan a las empresas para conocer e investigar todo lo que los empleados hacen durante su tiempo de trabajo, e incluso fuera de ese tiempo. Es probable que en tu empresa alguien sea el encargado de comprobar las actividades que pueda considerar no adecuadas en relación con el puesto de trabajo: las veces que haces un descanso, si vas a charlar con un compañero, si usas el correo para comunicarte con otras personas o para otros temas no vinculados con la empresa, si usas las redes sociales con tus contactos, etc. ¿Pero hasta qué punto te pueden espiar en el trabajo? Lo analizamos a continuación.
¿Cómo me pueden espiar en el trabajo?
Para ello, existen aplicaciones que permiten controlar qué están haciendo exactamente los trabajadores de una empresa, no solo los horarios de entrada y salida (y algunas incluyen geolocalizador). Y esto es así porque el trabajador usa los dispositivos de la empresa, o, incluso, usando los suyos propios, si se le ha pedido que se descargue determinadas aplicaciones.
Otra versión para los trabajadores que trabajan desde casa: normalmente a petición de la empresa se instalan una aplicación para conocer la dedicación a sus tareas. Y por si esto fuera poco, también se pueden instalar sensores en paredes, bajo escritorios o en puntos de luz para controlar el comportamiento del empleado.
Sin embargo, es bastante difícil saber si tu empresa te está espiando, salvo que lo hagan tan mal que se delaten. Y trabajar en una empresa pequeña tampoco significa que no te estén vigilando.
¿Cuáles pueden ser los motivos por los que te vigilan en el trabajo?
La realidad es que el trabajo nos ocupa muchas horas y por eso acaba convirtiéndose en una extensión de nuestra propia casa, haciendo muy difícil separar ambos ámbitos. Cosa que, por cierto, deberías asegurarte de hacer bien, a la vista de todo lo comentado y si quieres evitarte problemas.
Las empresas suelen argumentar para justificar estas acciones de espionaje a sus empleados que es una manera de controlar los procesos de trabajo y de asegurar que los empleados no cometan faltas graves en el trabajo que están previamente tipificadas en los reglamentos. Sucede así cuando se revela información confidencial a terceros, cuando se da mal servicio a los clientes, se incumplen los procedimientos y protocolos o cuando se incumple la jornada laboral sin justificación.
Aunque resulte a veces muy molesto, puede ser comprensible la implantación de este tipo de medidas por las empresas, siempre y cuando se realicen exclusivamente para defender los intereses de la empresa.
¿Es legal espiar a los empleados?
El tema no es sencillo, porque la jurisprudencia no ha llegado a concretar todas las tipologías posibles y cada caso es diferente. Pero, para que las empresas puedan hacer este tipo de controles de forma legal, se deben tener en cuenta una serie de condiciones:
1. Informar a los trabajadores
La empresa debe siempre informar a los empleados sobre las medidas implantadas y realizar preavisos al empleado que esté cometiendo faltas, antes de sancionarle.
2. Controlar al trabajador SOLO en horario laboral
Está totalmente prohibido espiar al trabajador fuera del horario de trabajo o utilizar la información que sea estrictamente personal (en este caso, si es relevante debe ser protegida la confidencialidad).
3. Realizar el control con dispositivos de la empresa
Estos controles se deben realizar con los equipos propios de la empresa. Si son dispositivos del trabajador, es imprescindible que este de su consentimiento.
4. No vulnerar los derechos del trabajador
Es preciso usar un software legal y que no vulnere los derechos del trabajador. Para evitar estos problemas, lo mejor es no visitar sitios web que estén prohibidos por la empresa y no usar dispositivos del trabajo para asuntos personales, especialmente en horario laboral.