Tema tabú durante demasiado tiempo, por fin se ha puesto sobre la mesa el tema de la salud mental en el trabajo. La relación entre salud mental y rendimiento laboral es más que evidente. Cada vez hay más estudios que lo demuestran, aunque cualquiera es capaz de darse cuenta de que cuando un trabajador no está al 100%, su rendimiento laboral disminuye. Y en ese “estar al 100%” hay que incluir tanto la salud física como la psicológica, que muchas veces van de la mano. La mejor forma de evitar estos problemas es conocer los factores que influyen en ella. Para eso, en el artículo enfocaremos temas como el estrés, la adicción al trabajo, el acoso, los horarios, el paro y algunos más. Sigue leyendo para que entiendas un poco más de este tema de la actualidad y cómo buscar ayuda en la empresa.
La salud mental y el trabajo
Podemos analizar la relación entre salud mental y trabajo a partir de tres escenarios posibles. El primero, los efectos de las condiciones laborales en la salud mental. Una variante son los efectos de las situaciones de desempleo en ella. Otro escenario son las consecuencias de los problemas de salud mental sobre el rendimiento laboral que hemos citado anteriormente. Por último, está el peso de otros factores sobre la salud mental, por ejemplo las variables individuales, familiares, etc.
¿Qué puede afectar a nuestra salud mental en el ámbito laboral?
Hay que tener en cuenta que el trabajo nos puede ayudar en a mejorar la salud mental, pero también es importante señalar que el trabajo puede provocar o agravar los problemas de salud mental. A la hora de prevenir los problemas de salud mental en la plantilla, es muy importante saber qué factores influyen a la salud mental en el ámbito laboral:
- Estrés laboral: los propios contenidos del trabajo, el rol que asumimos o las exigencias y demandas del trabajo pueden ser factores desencadenantes del estrés. Este es uno de los grandes peligros a los que se enfrenta cualquier trabajador, pues puede desencadenar problemas de salud mental.
- Adicción al trabajo: los workaholics o adictos al trabajo son incapaces de separar la vida laboral de la personal. La primera será prioritaria, afectando negativamente a sus relaciones sociales. Es una adicción psicológica que genera un serio problema de salud mental entre quienes la padecen.
- El ambiente de trabajo: otro factor que tiene un gran peso en la salud mental de los trabajadores es el clima laboral. Si el ambiente de trabajo es bueno, será beneficioso para los empleados. Pero si el clima laboral no acompaña, se abre la puerta a problemas, desde la desmotivación a la depresión.
- Acoso en el trabajo: desde el mobbing para forzar a la renuncia de un empleado al acoso sexual, por raza o género, se trata de situaciones desagradables que poco a poco van minando la autoestima y la moral del trabajador. Es algo inadmisible en la empresa, pero por desgracia se siguen dando. Puede ser consecuencia del mal ambiente de trabajo.
- Horarios, biorritmos y conciliación familiar: el trabajo a turnos, especialmente cuando se trabaja de noche, puede suponer desde problemas fisiológicos hasta el insomnio, afectando nuestra salud mental. Estos problemas también surgen cuando los horarios nos impiden conciliar la vida personal y profesional.
- Desempleo: un despido o las dificultades para acceder a un empleo también pueden tener graves consecuencias psicológicas, comenzando por la pérdida de autoestima. Ansiedad y depresión son dos de los problemas que podemos asociar a los problemas de desempleo.
Por suerte, la empresa puede poner de su parte para prevenir los problemas de salud mental entre sus trabajadores. Desde las políticas de prevención a las prácticas para impulsar la conciliación familiar y unos horarios responsables u ofrecer ayuda profesional a los trabajadores, son medidas que están en manos de la organización. Es decisión suya apostar por ellas y trabar así por el bienestar de sus trabajadores.