Muchos días, al levantarnos, soñamos con la idea de poder permitirnos no ir a trabajar, para poder seguir durmiendo o dedicar nuestro día a hacer otras actividades. Cuando pensamos en ello, ni se nos pasa por la cabeza que es muy posible que, un día, estemos enfermos y no podamos ir a trabajar. Ese día deberemos decidir si es conveniente o no que acudamos a nuestro puesto de trabajo y, lo más importante, la forma en que comunicaremos nuestro estado a la empresa. Presta atención, porque a continuación te contamos todo lo que debes tener en cuenta y los pasos a seguir a la hora de comunicar en el trabajo que estás enfermo. ¿Preparado/a?
¿Qué hago si estoy enfermo y no puedo a trabajar?
Si estás enfermo un día laborable, lo primero que debes tener en cuenta es que estás obligado a comunicar a tu empresa que no vas a poder ir a trabajar. Además, si tu incapacidad se alarga más de una jornada laboral, será necesario también que acudas a tu médico para que te extienda el parte de baja.
Durante todo el proceso, deberás mantener una comunicación fluida con tu empresa, en concreto con tus superiores, y en algunos casos también con tus compañeros. Pero, además, hay otras variables que deberás tener en cuenta antes de tomar la decisión de no ir a trabajar.
En primer lugar, si dudas entre ir o no ir al trabajo a pesar de estar enfermo, tendrás que valorar la posibilidad de poder contagiar o molestar a tus compañeros de trabajo. Si es un virus, lo más aconsejable es que te quedes en casa, simplemente por prevención. Y, aunque no sea contagioso, para nadie es agradable tener al lado a una persona que no deja de toser, o que en lugar de ser productivo en el trabajo interfiere en la propia productividad.
Cómo comunicar en el trabajo que estoy enfermo
Independientemente de todo lo anterior, llega el día en el que te pones enfermo y debes comunicarlo en el trabajo. Estos son los pasos a seguir para hacerlo correctamente, aunque su definición dependerá también del tipo de empresa y de sus costumbres.
1. Piensa en situaciones similares
Cuando te des cuenta de que te encuentras indispuesto para acudir a tu puesto de trabajo, haz memoria. Se trata de intentar recordar cómo otros compañeros han procedido cuando se han encontrado en la misma situación.
2. Ten en cuenta también la política de la empresa
En muchos casos, en la documentación que se reparte al comenzar a trabajar en la organización se especifica cuál es el protocolo a seguir en caso de enfermedad. Si es el caso, síguelo al pie de la letra.
3. Comunícate con tu jefe
Si no existe ningún protocolo ni tienes ninguna referencia de algún compañero, lo mejor que puedes hacer es llamar a tu jefe. ¿Cuándo llamarle? Pues cuanto antes. Lo mejor es que llames cuando te levantes y veas que no puedes acudir. Si crees que es demasiado pronto, también puedes enviar un whatsapp.
4. Piensa en tus compañeros
Si tu situación te lo permite (por ejemplo, si simplemente tienes un esguince o una gripe que no sea muy grave), piensa en las consecuencias que tiene para tus compañeros que tu no estés en el trabajo. En muchos casos, es aconsejable que te ofrezcas para trabajar a distancia y quitarles algo de la faena que tienen que hacer por ti.
5. Si la enfermedad se alarga, solicita la baja
Si vas a tener que faltar más de un día a tu puesto de trabajo, será necesario que acudas al médico, y este valorará por cuántos días extender tu baja por incapacidad temporal. Por supuesto, este hecho tendrá que ser debidamente comunicado tanto a jefes como a compañeros.
En el portal emprendepyme.net encontrarás información más detallada sobre la baja por incapacidad temporal. Si tu enfermedad se alarga y debes solicitar este tipo de baja, mejor que estés informado/a al respecto.