Por todos es sabido que un trabajador motivado es un empleado más eficiente. En el trabajo, como en la vida, si tienes un objetivo concreto o te sientes feliz con lo que te rodea, es mucho más probable que alcances el éxito. Y, para una empresa, es fundamental que sus empleados se sientan motivados y den lo mejor de sí mismos durante su jornada laboral. Logrando esto, aumentarán los beneficios, porque se verá positivamente influenciada la productividad del trabajador. ¿Pero cuántos tipos de motivación existen en el trabajo? Te lo contamos a continuación.
Cómo se clasifica la motivación laboral
A continuación, vamos a comentar los diferentes tipos de motivación laboral que existen, en función de los aspectos que influyen en la productividad del trabajo. En base a estos tipos de motivación, es posible que la empresa sea capaz de adaptarse y llevar a cabo las técnicas y acciones necesarias para conseguir lo que todos quieren: una plantilla motivada, implicada y alineada con la organización.
Pero, antes de conocer los tipos de motivación laboral que existen, es importante comprender las tres teorías a partir de las que, principalmente, se han conformado cada una de ellas. En primer lugar, destaca la teoría de la Pirámide de Maslow.
En ella, se dividen las necesidades humanas en cinco, ordenadas por prioridad. Una vez se alcanza la primera, se puede pretender acceder a la segunda, y así sucesivamente, hasta la quinta. Esas necesidades que establece Maslow son, en este orden: las necesidades fisiológicas, las necesidades de seguridad, las necesidades de aceptación social, las necesidades de autoestima y las necesidades de autorealización.
Más aplicada al ámbito laboral, encontramos la Teoría de las expectativas, la cual afirma que todo el mundo realiza algún esfuerzo con la expectativa de conseguir algún resultado a cambio. Así, se da por hecho que si el rendimiento es el esperado, se obtendrá un beneficio. Y, por su parte, la Teoría McClelland esgrime que los motivos por los que alguien se esfuerza en algo tienen que ver con la consecución de alcanzar un logro, el poder o la afiliación.
¿Cuánto tipos de motivación laboral existen?
En base a todo ello, encontramos los siguientes tipos de motivación laboral:
1. La motivación extrínseca
Es la que se refiere a los factores que son externos al trabajador, como pueden ser las primas, los programas de incentivos laborales en una empresa o incluso evitar ser despedido. Como ves, son cuestiones que no dependen directamente del empleado y que la empresa puede utilizar para provocar el aumento del rendimiento de sus trabajadores.
2. La motivación intrínseca
Es la que nace en el interior del trabajador y que no tiene que ver, directamente, con las decisiones que pueda tomar la empresa. Pero, aun así, al estar la motivación intrínseca sumamente relacionada con la sensación de autorealización y satisfacción laboral, sí es posible que la organización ponga de su parte para que el trabajador alcance más fácilmente este estado. Por ejemplo, que pueda disponer de todas las herramientas necesarias, de la última tecnología, de un puesto de trabajo cómodo y de un buen clima laboral.
3. La motivación trascendente
Este tipo de motivación es cada vez más frecuente y potenciada, y tiene que ver con la capacidad de poder contribuir, con nuestro trabajo, a mejorar la vida de terceras personas.
Ni la empresa ni el empleado deberían decantarse únicamente por fomentar o desarrollar únicamente uno de estos tipos de motivación, sino que lo ideal es que se combinen de forma efectiva.
Además, hay que tener en cuenta que, cada vez más, los trabajadores tienen en cuenta una serie de cuestiones para sentirse más motivados en general, como pueden ser la flexibilidad horaria, el reconocimiento de un jefe o superior y la escucha activa por parte de su empresa.