En la actualidad, es muy habitual que un estudiante o un recién graduado opte por hacer prácticas en empresas a modo de colaboración o beca, sin que este trabajo llegue a estar remunerado económicamente. Existen opiniones muy dispares al respecto: mientras unos consideran que ningún trabajo debería realizarse gratis y que las empresas podrían remunerar a sus becarios al menos con ayudas o dietas, otros opinan que es una buena forma de asegurarse la obtención rápida de experiencia y que la remuneración no es en realidad necesaria porque lo que se va a hacer es aprender, más que desempeñar una función laboral. ¿Entonces? ¿Debemos trabajar gratis para ganar experiencia profesional? ¿Cuáles son los derechos laborales del becario en este sentido? Iniciamos debate.
«No encuentro trabajo porque no tengo experiencia. ¿Qué hago?»
El haber terminado la Universidad y no encontrar trabajo puede llegar a ser realmente frustrante. Por eso, muchos recién graduados deciden, ante tal desesperación, aceptar colaboraciones o trabajos no remunerados. Así, consideran que están aprovechando más el tiempo, si lo comparan con la opción de quedarse en casa.
Eso, sin embargo, esta opción solo sería posible en caso de contar con recursos suficientes para mantenerse. En a mayoría de los casos, cuando alguien se acaba de graduar todavía vive con sus padres o bien ellos son los que costean sus gastos. Pero, si no es así, invertir tiempo en trabajar gratis es simplemente una opción a descartar.
También podemos encontrar la situación intermedia, que se encuentra entre trabajar a cambio de una nómina y trabajar gratis. Se trata de los trabajos o becas de prácticas en los que se ofrece a los ‘empleados’ un pequeño importe que no llega a considerarse sueldo, pero que puede servir para cubrir sus gastos más básicos. También es posible que se ofrezcan cheques comida o cheques transporte.
En cualquier caso, lo que muchos se plantean es si de verdad las empresas que recurren a este tipo de ‘contrataciones’ lo hacen porque atraviesan una situación económica complicada, o si por el contrario lo hacen porque saben que encontrarán a alguien dispuesto a aceptarlo, y así logran ahorrarse una importante cantidad de dinero.
Consecuencias de trabajar gratis para ganar experiencia
Una de las principales consecuencias de trabajar gratis, y el motivo por el cual muchas personas aceptan hacerlo, es porque creen que hay verdaderas posibilidades de acabar siendo contratado por la empresa, si el trabajo realizado es bueno. Sin embargo, de esto nunca se puede estar completamente seguro, por lo que no debería ser la única razón para aceptar un trabajo gratis.
Por otro lado, la oportunidad de ganar cierta reputación en el sector es también un buen motivo para aceptar este tipo de contrato que se le hace a un becario. Y es que en ciertos ámbitos, sobre todo en los más creativos, haber trabajado para determinadas marcas o empresas puede ser vital en el currículum.
Asimismo, en ocasiones se puede aceptar un trabajo gratis si gracias a él se va a ganar experiencia en un campo muy específico, que de otra forma sería muy difícil conseguir. Si tienes claro que te quieres dedicar a un nicho muy concreto y poco concurrido, seguramente sea buena idea tratar de ganar experiencia en él, aunque sea de forma gratuita.
Por último, es posible que se opte por trabajar gratis si el trabajo en cuestión nos aporta cierto nivel de autorealización. Que sea algo que realmente nos guste, nos interese, o que incluso tenga connotaciones solidarias es una posibilidad a tener en cuenta.
Pero, por el contrario, trabajar gratis tiene también consecuencias legales negativas, pues puede considerarse una infracción grave y/o un abuso en las prácticas en empresa si no se especifica bien el modelo de colaboración y si no se regulariza la situación del trabajador. De lo contrario, se estará trabajando de manera irregular.