La estructura salarial es el conjunto de componentes que integran el salario, es decir, la retribución que recibe un trabajador por la prestación de servicios. Esta estructura se decide a través de una negociación colectiva en la que se establecen las condiciones del mismo. Todos los salarios se dividen entre el salario base y los complementos salariales. Estos últimos se fijan atendiendo a distintos criterios como pueden ser las condiciones personales del trabajador, el trabajo que realiza, las circunstancias y los resultados de la empresa.
El gobierno fija cada año el SMI (Salario Mínimo Interprofesional) que deben percibir los profesionales, en base a este mínimo y atendiendo a las características de cada sector, se construye el salario base.
El convenio colectivo regula las condiciones laborales de los empleados y en este documento se recogen todos los aspectos relativos a la jornada laboral o el salario mínimo que un trabajador debe cobrar.
Además de esos datos que constituyen la base del salario, existen una serie de complementos salariales que se suman al salario base. Estos pueden ser de distintos tipos y sirven para recompensar al trabajador por diferentes motivos que pueden tener que ver con su propio desempeño dentro de la compañía o con las circunstancias que vive la empresa.
¿Qué son los complementos salariales?
Según el Estatuto de los Trabajadores, los complementos salariales son las cuantías económicas que recibe un trabajador junto al salario base y que, sumado a este, suponen el total de la retribución salarial. Estos complementos se estructuran en base a tres factores fundamentales.
Condiciones personales del empleado
Se tienen en cuenta circunstancias personales o profesionales del propio trabajador como pueden ser: la antigüedad en el puesto, el conocimiento de idiomas, contar con titulaciones concretas o conocimientos específicos y todo aquello que repercuta de manera directa en su actividad profesional y pueda ser objeto de una compensación económica por parte de la empresa.
En función del trabajo realizado
En este punto se tienen en cuenta todas aquellas circunstancias relativas al propio trabajo y a la forma de realizarlo. Como por ejemplo la cantidad y calidad del trabajo, si existen riesgos especiales en ese puesto, el plus por nocturnidad o por trabajar en festivos y por disponibilidad. Estos complementos varían dependiendo del trabajador y también de la empresa.
Relacionados con la propia empresa
En este punto, aparecen recogidos aquellos aspectos que la propia empresa tiene en cuenta para hacer partícipes a sus empleados de su situación económica. Pueden consistir en una gratificación por haber alcanzado ciertos beneficios o en la concesión de acciones de la compañía.
¿Cómo se calcula la paga extra?
Las pagas extraordinarias están estipuladas por convenio y deben ser mínimo dos al año. Una de ellas se recibe en Navidad y la otra cuando esté recogido en el contrato o convenio. También puede que las pagas extraordinarias estén prorrateadas por lo que, en vez de percibirlas de una vez, se irán abonando cantidades proporcionales mes a mes.
La paga extra es un derecho fundamental de los trabajadores que está recogido en el Estatuto de los Trabajadores. Su cuantía viene determinada por el convenio colectivo, pero existe una norma clara que recoge que una paga extra no puede ser inferior a 30 días del salario base fijado o del salario mínimo interprofesional.
Como ves, la estructura salarial está formada por distintos elementos que constituyen el salario que percibes cada mes. Existen distintas mejoras y complementos que puedes lograr para que tu salario aumente, te recomendamos consultar las condiciones de tu empresa y estar al día de tu situación dentro de la misma.