A la hora de inscribirnos en una oferta de empleo suele haber dos opciones: en primer lugar, y si no nos indican lo contrario, enviaremos nuestro currículum junto a una opcional carta de presentación para dar a conocer a la empresa nuestra formación y experiencia; en segundo lugar, existe la posibilidad de que nos pidan rellenar una solicitud de empleo con nuestros datos. ¿Pero sabías que puedes inspirarte en este último formato para diseñar tu currículum? Todas las claves para convertir tu currículum en una solicitud de empleo, a continuación.
Semejanzas entre currículum y solicitud de empleo
Si bien esta solicitud suele diseñarse por parte de la empresa, también es posible que queramos ser nosotros mismos los que presentemos la solicitud de empleo por voluntad propia. Se puede acceder a ella en cualquier papelería y los datos que figurarán son también los básicos que encontraríamos en cualquier currículum.
Hay una serie de campos que se repiten tanto en las solicitudes de empleo como en los currículums más habituales. Estas informaciones nos pueden ser de gran ayuda para diseñar, estructurar y completar nuestro propio currículum. Vemos cada uno de los pasos a continuación:
- Los datos personales: se trata de lo básico, los datos que no pueden faltar en tu currículum ni en cualquier solicitud de empleo, sea como sea. No obstante, ten en cuenta que en el caso de las solicitudes de empleo formales, tradicionales, se suelen solicitar muchos más datos de los que necesitaremos incluir en nuestro currículum, que en concreto son: nombre completo, fecha de nacimiento, correo electrónico y teléfono. Una fotografía neutral también será de utilidad.
- Formación: aunque en algunas solicitudes te pedirán que incluyas toda tu formación, desde el principio, en el currículum suele ser más habitual incluir solo el grado más alto. Destacarán sobre todo los cursos o másteres de especialización, si los hubiera.
- Experiencia: lo más normal es que si estás pensando en crear un currículum sin experiencia, desde cero, todavía no tengas experiencia laboral relevante. Si es así, no crearás de momento este apartado en tu currículum.
- Conocimientos y habilidades: en cambio, sí es importante siempre rellenar este campo, aunque no hayas trabajado todavía. Aquí se incluyen los conocimientos informáticos y de idiomas en el currículum, e incluso puedes añadir tus aficiones o aquellas actividades en las que crees que destacas especialmente.
Diferencia entre una solicitud de empleo y un Curriculum Vitae
A pesar de que ambos documentos tienen puntos en común y una solicitud de empleo puede servirte para crear tu propio currículum, hay algunos datos que no es conveniente trasladar de uno a otro.
En primer lugar, hay datos personales que sí será necesario que comuniques en tu futuro puesto de trabajo, pero no en tu currículum. Algunos ejemplos son tu número de la Seguridad Social o tu CURP. Asimismo, tu estado de salud o si tienes algún problema médico tampoco es adecuado que lo incluyas en tu currículum, aunque posteriormente la empresa podrá realizarte exámenes médicos, como al resto de compañeros.
Los datos familiares pertenecen a tu intimidad y tampoco es necesario que los incluyas en un currículum ni en las fases iniciales de un proceso de selección. Lo mismo ocurre con los posibles certificados de profesionalidad u otro tipo de documentación oficial que sí se solicitan en algunas solicitudes de empleo. En tu currículum, como mucho, podrías adjuntar una carta de presentación, cartas de recomendación si las tienes o un portfolio con ejemplos de tus trabajos. El resto, no será necesario.
Hasta ahora te hemos explicado cómo puede ser la estructura y el contenido de un currículum, pero recuerda que siempre podrás usar tu creatividad para destacar tu perfil sobre el de otros.