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En muchas ocasiones las empresas prefieren apostar por el talento interno -es decir, por los profesionales que ya trabajan en la empresa- antes de abrir un proceso de selección público para cubrir una vacante concreta. Y es que… ¿Para qué buscar fuera lo que ya tenemos dentro? Además del considerable ahorro de tiempo y dinero que supone un proceso de promoción interna en comparación con los procesos de selección normales y corrientes. Así pues, si se ha abierto un proceso de selección interno en tu empresa y te interesa la vacante que ofrecen, vamos a explicarte los pasos que debes dar para preparar un proceso de promoción interna.

Foto de fauxels en Pexels
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Prepara tu currículum para el proceso de promoción interna

Independientemente del tiempo que lleves en la empresa -¿Una década, cinco años, dos meses…?- actualiza tu currículum y adáptalo a la oferta de promoción interna. Pero no te limites a mencionar tus últimos puestos de trabajo; expláyate con los más recientes -incluido el actual- enumerando las tareas desempeñadas y los logros conseguidos. Sí; incluso los logros y las tareas que has desempeñado en tu empresa. Siempre viene bien recordar a tus jefes todo lo que has hecho y conseguido en la compañía. Así pues…

  • No des nada por sentado y recalca los logros que has conseguido en la empresa. Si no has logrado nada fuera de lo común -a veces los trabajos pueden ser rutinarios y uno no puede realizar grandes gestas- haz hincapié en las tareas que has desempeñado y la evolución de tu responsabilidad como empleado a lo largo del tiempo.
  • Resalta los puestos de trabajo más recientes y, sobre todo, los que más relación tengan con el nuevo empleo.
  • ¿Has hecho alguna formación interna en la empresa o has asistido a algún congreso? No dudes en incluirla en el apartado de «Formación complementaria».
  • Incluye los nuevos estudios, certificaciones o diplomas que hayas obtenido y estén relacionados con el puesto.
  • Incluye las competencias y habilidades que puedes aportar como profesional. Si puedes acreditar que conseguiste esas habilidades trabajando para la empresa, mejor que mejor.

Escribe tu carta de motivación para el proceso de selección interna

Aunque la carta de presentación no suele ser obligatoria (a no ser que te la pidan expresamente en una oferta de trabajo) merece la pena incluirla en un proceso de promoción interna. ¿Por qué? Porque cuentas con la baza de que ya te conocen y, sin perder ni un ápice de profesionalidad (aunque ya os conozcáis NO puedes ser coloquial en un proceso de selección de estas características), puedes permitirte el lujo de mostrar tu cara más personal y cercana en la carta de motivación.

Dado que tu currículum debe ir al grano, en la carta de motivación tendrás la oportunidad de explicar con todo lujo de detalles por qué quieres promocionar por qué eres el candidato perfecto para el puesto de trabajo.