La desaceleración económica ya es un hecho. Actualmente, existen varios análisis de analistas económicos que advierten sobre este tema y pronostican una ralentización económica de impacto para España. Esto podría tener efectos devastadores sobre la creación de empleo y la situación del mercado laboral en nuestro país, ya que los mismos economistas prevén incluso un periodo de recesión. Tensiones comerciales internacionales, situación política actual, descenso de la contratación y la subida del SMI son algunos de los indicadores de alerta. El récord en cuanto a subida del paro durante el mes de agosto, representa otra pista más sobre el panorama hacia el que nos embarcamos. ¿Es de verdad la situación tan preocupante? ¿Cómo afectará esta desaceleración ecónomica al empleo y quiénes serán los más afectados?
¿Cómo afectará la ralentización económica al empleo?
Ya en junio de este año, un mes habitualmente exitoso para el mercado laboral español por la estacionalidad, pudimos apreciar una considerable bajada en contrataciones respecto al mismo mes de los últimos años. Este dato sumado al que ya dimos anteriormente sobre la subida del paro en agosto va sembrando un camino tortuoso hacia un panorama poco optimista para el empleo.
Existen otros factores internacionales que propician esta ralentización económica. Recordemos que vivimos en un entorno globalizado; por tanto, para bien o para mal, las tensiones comerciales entre dos potencias como son China y EEUU, así como el clima de incertidumbre de la economía del Reino Unido ayudan a potenciar ese período de desaceleración económica hacia el que nos encaminamos. Además, no podemos olvidar nuestra propia idiosincrasia en lo que a inestabilidad política se refiere; ni tampoco medidas como la subida del salario mínimo interprofesional, que lejos de estar ayudando, contribuye a que se produzcan menos contrataciones o a incentivar incluso la contratación temporal.
Según ‘The Economist’, la injustificada subida del Salario Mínimo Interprofesional es un entorpecimiento para el mercado laboral español.
Uno de los principales efectos de esta ralentización será el aumento en precariedad laboral. También aumentará la tasa de paro, pues se destruirá empleo en determinados sectores (como podría ser el de la automoción); esto tendrá una mayor afectación entre los colectivos más vulnerables.
La creación de empleo en peligro
Según los últimos datos mientras que en 2018 la creación de puestos de trabajo aumentó un 2,5%, en 2019 se ralentizó hasta el 1,8% (dos décimas menos de lo esperado) y las previsiones para próximos años no son nada alagüeñas. Se estima un 1,3% de subida en 2020 (dos décimas menos) y un 1,5% en 2021 (una décima menos).
Si las estimaciones son correctas, la desaceleración económica y su afectación hacia el empleo se apreciará aún más en los próximos dos años. Es muy probable también, que la tasa de paro deje de reducirse, y si las actuales tendencias continúan, se comience a destruir empleo como mencionábamos anteriormente.
España no ha sabido aprovechar la oportunidad para crear empleo y hacer más reformas en materia laboral
La convocatoria de nuevas elecciones y la paralización del sistema político de nuestro país, impide la aprobación de nuevos presupuestos o que se adopten nuevas medidas. Por tanto, se presenta una prórroga presupuestaria para 2020, lo que conllevará un retraso en la toma de decisiones para impulsar el crecimiento.
El Banco de España lamenta que nuestro país no haya sabido aprovechar la situación de crecimiento que tuvimos estos últimos años para aplicar nuevas medidas en materia laboral que nos asemejaran más al crecimiento de otros países de la unión, como fue el caso de Alemania. Paralelamente a esto, nuestra deuda pública cercana al 97% del PIB incluso después de cinco años de crecimiento del mismo, sienta un panorama desolador que parece que estamos condenados a repetir.
Las PYMES, vulneradas ante un posible shock del escenario económico
La coyuntura de nuestro país es especial. No podemos pasar por alto que casi la totalidad del tejido empresarial español se conforma por pequeñas y medianas empresas. Este tipo de negocios se caracterizan por si ciertamente vulnerables ante la situación económica y las medidas que se adopten, debido a sus escasos recursos.
Por tanto, medidas como el endurecimiento de la contratación en España es un factor muy peligroso en estos escenarios. Los datos reflejan una acuciante bajada en la contratación indefinida, marcada entre otras cosas, por la subida del SMI; reformas que muchos empresarios de nuestro país no pueden asumir.
Por tanto, este tipo de negocios serán los primeros en sufrir el bofetón de la desaceleración económica y se verán muy limitados para la creación de empleo.
Los jóvenes: el colectivo más afectado
Ya lo vivimos en la crisis de 2008, donde el desempleo juvenil alcanzó cifras que superaron el 50% por muchos años. Si volvemos hacia un escenario de recesión económica, los primeros en notarlo serán los jóvenes, y no solo ya en cuanto a nuevas dificultades para acceder al primer empleo. El estudio de Lisa Kahn sobre los cambios en el mercado de trabajo en los ciclos de negocio, señala que los jóvenes que son contratados por primera vez en períodos de contracción económica presentan un salario promedio un 10% menor; situación que puede llegar a extenderse a 8-10 años de la vida laboral.
Además, los jóvenes serán los más afectados por la movilidad laboral, pues al aceptar empleo en empresas más pequeñas e inestables, provocará que en próximos años aumente su necesidad de trasladarse hacia otros entornos profesionales.
¿Simple desaceleración económica o crisis?
La previsión de crecimiento de la economía en España se ha rebajado hasta el 2% para este año 2019, cuatro décimas por debajo de anteriores previsiones. De nuevo, el Banco de España, así como los más avezados economistas, prevén también recortes en cuanto a la creación de empleo y la inflación, lo que supondrá mal pronóstico para sectores como el de la vivienda. Las razones de este recorte en el crecimiento, señalan, vienen supeditadas por tres factores principales:
- La revisión a la baja del INE
- Problemas coyunturales propios de nuestro país desde verano de este año, como la subida del paro y la bajada en contrataciones, especialmente en el sector turístico
- La incertidumbre global antes mencionada (brexit, tensiones comerciales internacionales y nuestra propia incertidumbre política)
Si a estos factores, sumamos una serie de políticas aplicadas y por aplicar, podría tener tal impacto negativo en la ralentización económica que se hará aún más patente en 2020, que podría acabar generando un choque en la situación hasta llevarla a una inminente recesión.
¿Qué podemos hacer para revertir el impacto de la desaceleración económica en el empleo?
Como ya se viene anunciando, las señales de alarma son evidentes. España viene aún arrastrando los destrozos de la anterior crisis económica, que elevó tanto las tasas de desempleo general como juvenil. No nos queda, sin embargo, que aprender de la lección anterior y no mirar hacia otro lado cuando los indicadores son claros. Ante semejante contexto, es preciso dejar de aplicar medidas completamente arbitrarias para adoptar otras que de verdad incentiven la creación de empleo.
Si eres joven o perteneces a otro de los colectivos más afectados por el desempleo, es fundamental adquirir conocimientos adicionales a los propios de universidades o centros de formación reglados. ¿El motivo? Fortalecer tus capacidades ante lo que seguramente será un complicado y competitivo mercado laboral. También es inteligente estar actualizado sobre el mercado actual y venidero para conocer cuales serán las profesiones y carreras con mayor empleabilidad.
Independientemente de la situación coyuntural que nos toque abordar en los próximos años, no cejes en tu empeño de conseguir tu trabajo ideal. Aunque la situación se complique, siempre podrás utilizar los trucos y herramientas que te proporcionamos para potenciar tu candidatura y seguir creciendo en tu carrera profesional.