Todas las pensiones se revalorizan cada año para que no pierdan su valor económico por el efecto de la inflación. El cálculo inicial de la pensión se hace en base a lo cotizado durante un período de tiempo determinado. Con estas bases de cotización, se calcula la base reguladora, a la que se aplica un porcentaje, que dependerá de los años de cotización. ¿Pero cómo se calcula la revalorización de las pensiones exactamente?
Cálculo para revalorar las pensiones
Esta cuantía inicial tiene varias limitaciones. Por un lado, cada año tendrá un tope máximo y, por otro lado, se establecerá un mínimo a los beneficiarios cuyas rentas no sean superiores a una cierta cantidad. Aparte, hay una forma de corregir los importes de las pensiones, que es lo que conocemos como revalorización.
Las pensiones de la Seguridad Social son incrementadas al comienzo de cada año en función del índice de revalorización previsto en la correspondiente Ley de Presupuestos Generales del Estado del ejercicio correspondiente. Y este índice en ningún año puede ser inferior al 0,25 %, ni ser superior a la suma del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el año anterior, más un 0,50 %.
Una vez determinado el índice de revalorización, este se aplica a todas las pensiones abonadas por el sistema de la Seguridad Social, contributivas y no contributivas, incluidas las prestaciones familiares por hijo menor de 18 años o discapacitado.
También se aplica a las pensiones de Clases Pasivas del Estado y a las reconocidas por el extinto Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez. Esta revalorización también funciona para los complementos por mínimos y a los recargos por falta de seguridad e higiene en el trabajo.
Como ejemplo reciente, la revalorización de las pensiones para este 2018 ha supuesto un incremento del 0,25 %. Eso sí, no se aplica la revaloración si se supera la pensión máxima. Para 2018, el límite para la pensión máxima se encuentra en 2.580,10 euros mensuales.