La carta de presentación tiene tanta importancia como el propio currículum. Es la puerta de entrada a nosotros, nuestro representante. Por ello, debemos prestarle una especial atención, y preocuparnos no solo por lo que ponemos, sino también por cómo lo ponemos.
A continuación tienes una serie de consejos prácticos para ayudarte:
- Usa un lenguaje claro y conciso. Siempre es mejor poner frases cortas y sencillas y evitar las frases rebuscadas
 - Redacta párrafos cortos y separados y utiliza verbos de acción
 - Emplea un tono cordial y respetuoso
 - No seas retórico
 - Sé positivo, deja que tu optimismo se entrevea en tus palabras, pero evita usar un tono demasiado efusivo y coloquial
 - Evita dar lástima
 - Describe tus aptitudes, tus habilidades y logros sin pedantería
 - No repitas lo que ya aparece en el currículum, si no remarca lo que consideres más destacable
 - No tutees a alguien que no conoce
 
 Publicidad  
