Tienes entre cuarenta y cincuenta años, llevas más de veinte en la misma empresa y… te acaban de despedir. Por desgracia, esta es una situación bastante habitual en algunas compañías que prefieren asumir los gastos de una indemnización por despido antes de seguir pagando el sueldo que podrían ahorrarse con unos sustitutos más «baratos» (generalmente, los jóvenes que intentan acceder a su primer empleo, casi siempre en condiciones precarias). Si tienes más de cuarenta años y te han despedido es posible que te hayas hartado de escuchar frases como «no te has adaptado a los cambios de la empresa» o «no tienes experiencia suficiente con las nuevas tecnologías» como posibles motivos de tu despido. Vamos a ahorrarnos estos clichés sin sentido y vayamos a lo verdaderamente importante: ¿Qué puedes hacer TÚ ante esta situación?
Re-define tu perfil profesional
Tanto si has pasado la mayor parte de tu carrera en una única empresa como si has desarrollado toda tu trayectoria profesional en el mismo lugar, lo cierto es que el mundo no se acaba tras este trabajo. Al contrario: dedícate unos días a estudiar las tendencias actuales de empleo, analizando qué trabajos son los más demandados y qué sectores los más cotizados.
Con este ejercicio de investigación se trata de averiguar dónde está el empleo tras tantos años en la misma compañía y, lo más importante, descubrir quién estaría dispuesto a invertir en tu talento. Está claro que tú eres el producto, pero jamás podrás venderte como profesional si no tienes en cuenta el nuevo contexto laboral que se ha fraguado a tu alrededor mientras todavía estabas trabajando.
Apuesta por los nichos de negocio que ha dejado la Transformación Digital
Ya lo avisó Francisco Puertas, líder de talento y organización de Accenture, en esta entrevista de Modelo Currículum: «La revolución digital ha supuesto todo un cambio de paradigma en la propia sociedad. No solo ha tenido su impacto en el ámbito profesional, sino que ha sido capaz de cambiar y generar diferentes hábitos de comportamiento en toda la sociedad».
¿Qué significa esto? Que el panorama laboral sigue en constante evolución; no hay nada escrito ni nada definitivo. La Transformación Digital ha abierto las puertas de nuevos nichos de negocio y sectores emergentes que están esperando a ser debidamente explotados. ¿Por qué no trasladar tu conocimiento ya adquirido en otras áreas de trabajo para desarrollar estas nuevas oportunidades laborales?
Desempolva tu viejo currículum y… adáptalo a los nuevos tiempos
Tu Curriculum Vitae; ese documento que enviaste hace años por última vez y que no has actualizado desde entonces. Es muy probable que, al contabilizar todos y cada uno de los empleos que has desempeñado a lo largo de tu extensa trayectoria profesional, se te quede un CV de cinco páginas.
Esto, pese a ser muy positivo porque demuestra que vas sobrado/a en experiencia laboral, a efectos prácticos no tiene el resultado deseado porque supera la extensión deseada por los reclutadores (una o dos páginas como máximo).
Entonces… ¿Qué puedes hacer al respecto? Pues dar una vuelta de tuerca a tu currículum de perfil Senior con los siguientes consejos:
- Sintetiza tu trayectoria profesional priorizando tus dos últimas experiencias laborales. Hazlo basándote en la siguiente regla: puestos de trabajo más recientes / con mayor duración / más relacionados con el puesto de trabajo al que aspiras. ¡OJO! Esto no significa que debas olvidarte de tus anteriores trabajos, pero de nada sirve priorizar un puesto de empleo que desempeñaste hace veinte años u otro en el que apenas duraste cinco meses.
- Destaca las funciones que has desempeñado a lo largo de tu carrera profesional, priorizando aquellas que sean más importantes para la empresa a la que postulas. Si optas a un puesto como gerente bancario, obviamente priorizarás las funciones que estén intrínsecamente relacionadas con ese trabajo. Al fin y al cabo, no se trata de enumerar todas y cada una de las funciones que has desarrollado desde el principio de los tiempos, sino de adaptar tu candidatura a los requisitos demandados por la empresa.
- Resume tus logros más importantes. Este punto, pese a ser importantísimo en el resume o currículum americano, no está tan popularizado en el currículum tradicional europeo. Sin embargo, puede ser un valor de lo más diferenciador en tu candidatura de empleo. Aprovéchate de todos esos años de experiencia que llevas a tus espaldas y convence al reclutador que eres la mejor opción. ¿Cómo? Explicando, por ejemplo, cómo implementaste ese programa que tantos ingresos reportó a tu ex empresa, o cómo lograste captar a ese cliente tan importante para tu anterior compañía. Las posibilidades son inmensas.
Tu cartera de contactos, un valor añadido al alcance de muy pocos
Independientemente de que en tus anteriores empleos hayas trabajado con clientes, lo cierto es que habrás hecho un gran número de contactos a lo largo de tu trayectoria profesional. Así pues, debes crear y mimar tu red profesional de contactos, participar en congresos y eventos de networking y ser activo en tus redes sociales profesionales (como, por ejemplo, LinkedIn). Con esto se trata de demostrar que sigues en activo, generar contenido de valor y, por qué no, crear nuevas sinergias laborales entre tus contactos.
Trabaja por cuenta propia
Tienes la experiencia, tienes los contactos e incluso es posible que hayas conseguido ahorrar lo suficiente como para emprender tu propio negocio. Aunque no debería ser así, lo cierto es que la sobrecualificación puede llegar a ser un problema a la hora de empezar desde cero y conseguir un trabajo asalariado, pero tú puedes revertir la situación y convertir ese «exceso» de experiencia en un punto a tu favor que pocos más tienen.
Emprender tu propio negocio en un ámbito que conoces al dedillo y ser, en definitiva, tu propio jefe, podrá abrirte las puertas de un mundo laboral que todavía no has explorado.
Sigue formándote
Esto es primordial. Ya tengas veinte o cincuenta años, apostar por la formación continua y el reciclaje profesional te permitirá estar en la cresta de la ola pase lo que pase.
Nos encontramos ante un panorama laboral que está en constante evolución y transformación, así que no puedes quedarte atrás. Mantenerte actualizado/a y ser consciente en todo momento de las habilidades y competencias demandadas es algo que garantizará tu supervivencia.