¿Sabías que formarse en verano es una idea estupenda para los jóvenes o trabajadores que desean ampliar su currículum este verano con mayores competencias profesionales? Una de las opciones más interesantes para ocupar el tiempo estival es la oportunidad que brinda el trabajo temporal, un sector cada vez más demandado por los universitarios. Sin embargo, continuar la formación de verano también brinda la oportunidad de ampliar el resumen laboral con especializaciones o certificados técnicos que habiliten el desempeño de una actividad. ¿Quieres saber más detalles sobre la formación profesional en verano? No dudes en seguir leyendo.
Beneficios de la formación en verano
No hay que olvidar que la competencia profesional cada vez es más evidente, y con ella aumenta el grado de formación y estudios de cada uno de los candidatos. Y es que, no es necesario atesorar multitud de titulaciones para demostrar una considerable cualificación, sino simplemente, disponer de certificaciones relacionadas con los trabajos para los que uno se postula.
Por ello, la formación durante el verano resulta muy interesante para adquirir competencias formativas que de otro modo durante el curso normal, no sería posible. Además de estudiar, las prácticas voluntarias en empresa son otra de las opciones más óptimas para aunar formación con práctica laboral.
1. Mejora de las habilidades sociales
Cuando los estudiantes de diferentes especialidades coexisten en un curso de verano para ampliar su conocimiento, la mejora de las habilidades sociales es más que evidente. Este tipo de cursos o trabajos de verano para estudiantes favorecen una mayor comprensión social, permitiendo a los jóvenes la posibilidad de conocer nuevas personas y generar contactos interesantes para su futuro profesional. Esta es una de las soft skills más demandadas por las empresas para garantizar la integración del trabajador con el equipo de la empresa.
2. Adquirir mayor especialización
Actualmente, existen multitud de cursos de corta duración que permiten adquirir mayor especialización en las materias para las que el candidato se está formando en la universidad. Además, este tipo de estudios van más orientados adquirir práctica laboral y terminar de mejorar el perfil profesional del estudiante.
3. Reciclaje profesional
Para aquellos que llevan años trabajando en un puesto fijo o en un sector mantenido durante tiempo, una de las ventajas de formarse durante el verano mientras trabajas en verano, es la posibilidad de reciclarse a los 40 o a cualquier edad, para adquirir nuevas competencias que habiliten para acceder a cargos o puestos diferentes. Y es que, la posibilidad de mejorar siempre está presente y son muchas las nuevas disciplinas que se están valorando cada vez más, en las candidaturas para puestos de trabajo innovadores, como la formación en Community Manager, sector digital o SEO.
4. Teleformación o modalidad a distancia
Durante el verano son muchos los cursos de verano que dan la posibilidad a sus estudiantes de poder estudiar nuevos cursos a distancia, sin necesidad de desplazamientos innecesarios. Esta forma de aprendizaje es muy positiva porque permite realizar el curso desde la playa, la piscina o desde cualquier lugar del mundo, sin tener que cumplir un horario estricto que dificulte el disfrute de las vacaciones.
5. Más rapidez de aprendizaje
Bajo un ambiente más relajado, el verano permite que los estudiantes puedan aprender más rápido y en un ambiente más relajado, frente al resto del curso lectivo en el que las prisas y el estrés son las emociones predominantes.
Al final los cursos de formación en verano permiten el aprendizaje de forma más eficiente, tanto si son a distancia como si la modalidad es presencial. En el segundo caso, está además el beneficio de la interacción social con más compañeros y estudiantes.