En el terreno laboral nos enfrentamos a continuos cambios que nos obligan a tener que reinventarnos si queremos seguir avanzando. La manera en la que afrontamos estos retos determina muchos aspectos de nuestra experiencia dentro de una empresa. Las reacciones de los empleados también son un factor que interesa a los responsables de personal ya que les permite comprobar cómo se comportan ante situaciones de crisis. La adaptabilidad es aquella capacidad que nos permite asumir los cambios que van apareciendo sin dejar que su llegada nos afecte y condicione. Esta habilidad personal te permite tener una mentalidad más abierta ante determinadas situaciones para las que no estábamos preparados o que simplemente, nunca habíamos experimentado.
En una empresa el cambio es constante y necesario ya que implica que las cosas van avanzando. El mercado de trabajo exige que las compañías introduzcan mejoras y actualizaciones que les permitan estar al día de las necesidades de los consumidores. Los procesos de transformación y crecimiento en una organización afectan de manera directa a los trabajadores, por lo que resulta fundamental que estos cuenten con las herramientas necesarias para enfrentarse a ellos.
¿Cómo puedo saber si cuento con actitudes para adaptarme al cambio?
Conocerse a uno mismo a nivel profesional es clave para poder mejorar. Aquí tienes algunas consideraciones que te ayudarán a meditar sobre si ya cuentas con las habilidades de adaptación al cambio que necesitas.
Te resulta fácil asumir puestos de responsabilidad
Ascender en el trabajo no es sencillo, pero si no tienes problema a la hora de aprender y asumir tareas que antes no tenías. Tienes una actitud flexible ante situaciones nuevas.
Cuentas con capacidades para realizar multitareas
Eres capaz de organizar y priorizar tus distintas obligaciones. ¡Eres un gran gestor del tiempo!
Te gusta debatir y compartir opiniones con tus compañeros y superiores
Este último punto resulta fundamental ya que una comunicación fluida y honesta te ayudará a conectar con el resto del equipo para enfrentar juntos los retos que aparezcan.
La adaptación al cambio es un proceso de aprendizaje. Si aún no sientes que estás en el punto en el que puedes considerar afirmativas todas las sentencias anteriores, no te preocupes. Mientras que seas capaz de tener una mentalidad abierta y ganas de avanzar podrás conseguir implementar esas mejoras que necesitas.
¿Cómo mejorar mi adaptación al cambio?
Tienes que tener claro que a lo largo de tu vida laboral serán muchos los cambios a los que tengas que acostumbrarte. Puede que, saber que algo va a cambiar, te genere ansiedad o inseguridades. Esta situación surge porque nos generamos expectativas y, al no ser capaces de cumplirlas, nos sentimos frustrados y no sabemos cómo seguir. El miedo ante lo desconocido es normal, pero no debes dejar que te condicione y te domine.
Salir de tu zona de confort será positivo ya que te obligará a dar lo mejor de ti y a superar situaciones que creías imposibles. La actitud que mantengas es muy importante. Piensa en los cambios como una posibilidad de avanzar, cambiar y mejorar en tu trabajo. Estar receptivo y dejar la negatividad a un lado te permitirá adaptarte al cambio y sacar el máximo beneficio a la situación.
La asertividad, saber escuchar y tratar de comprender a los demás y cómo funciona nuestro entorno, también te resultará muy útil. Durante las épocas de cambios es muy importante que exista una comunicación fluida que permita que todos los miembros de la empresa estén enterados de lo que está pasando.
Desde tu empresa deberán poner en marcha distintas estrategias al servicio de los empleados para evitar que surjan confusiones o disputas que hagan que el cambio afecte de manera negativa a la empresa. En tu mano está poner toda tu buena actitud y disposición para mejorar y ofrecer la mejor versión de ti mismo cuando lleguen estas situaciones de cambio.