Trabajo para personas con discapacidad, un derecho difícil de ejercer

Si el empleo joven se encuentra en mala forma, su condición es aún peor para los menores de 25 años con discapacidad. En la actualidad, tres de cada cuatro jóvenes con diversidad funcional no tiene trabajo ni lo busca. Es uno de los resultados del cuarto informe «Jóvenes con discapacidad, motor del futuro» de la Fundación Adecco y JYSK. En España se contabilizan 9.419 jóvenes con discapacidad inscritos como demandantes de empleo: el 1,9% del total de desempleados jóvenes en España (502.900).

El número de jóvenes con diversidad funcional en paro ha disminuido notablemente en los últimos años, pero ha aumentado en un 5% entre 2018 y 2019. Según el estudio de Adecco y JYSK, esto se debe principalmente a los prejuicios de las empresas, que frenan la contratación de los jóvenes con discapacidad, y a la importante brecha formativa que existe entre este colectivo y el resto de trabajadores.

Según señalan los resultados del informe, el trabajo es la mayor preocupación del 87% de los jóvenes con algún tipo de minusvalía, y más de la mitad de los encuestados confiesa haber tenido dificultades para encontrar empleo a raíz de su discapacidad.

Garantizar el derecho al trabajo de las personas con discapacidad

Para tratar de paliar esta situación de desigualdad laboral, el gobierno de España aprobó en 2013 la Ley de Derechos de las Personas con Discapacidad, en la cual se establecen una serie de ayudas a la contratación de trabajadores con discapacidad.

Esta medida pretende motivar a las empresas para contratar a personas con diversidad funcional, mediante subvenciones y deducciones de impuestos, entre otros incentivos. Sin embargo, la propuesta más interesante que incluye esta ley es quizás la de cuotas de reserva: todas las empresas de más de 50 trabajadores deben reservar el 2% de los puestos de trabajo para la contratación de personas con discapacidad.

La cuota de reserva es obligatoria de igual manera en el sector privado y en el público. A la hora de optar un un empleo en el sector público, se reserva un porcentaje de plazas para personas discapacitadas en las oposiciones, en concreto de hasta el 7%. A esto se suma una reserva específica para mujeres con discapacidad.

Conocer los derechos y superar los prejuicios

Otro de los palos en las ruedas de las personas discapacitadas a la hora de acceder a un empleo es la barrera psicológica de la inseguridad, el temor o la sobreprotección familiar. Una persona con diversidad funcional en búsqueda activa de empleo puede beneficiarse de conocer sus derechos laborales.

• No es obligatorio comunicar la condición de minusvalía a la empresa. Sin embargo, es recomendable incluir la discapacidad en el Currículum Vitae y aclararlo en la entrevista de trabajo, para la información de la empresa.
• La empresa, una vez informada de la condición de discapacidad de un trabajador, debe adaptar el puesto de trabajo a las capacidades del mismo. Existen subvenciones públicas para ayudar a adaptar las infraestructuras de la compañía, por ejemplo.
• Los trabajadores con discapacidad, como el resto del personal, podrán trabajar jornada completa o jornada parcial.
• Se puede trabajar con un 65% de discapacidad, siempre que el trabajo se adapte a las capacidades de la persona, y estos trabajadores podrán optar a una jubilación anticipada.