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Como norma general, cuando un reclutador necesita algún documento (una copia en inglés de tu currículum, las referencias personales o tu portfolio, por poner algunos ejemplos) te lo pide directamente. Sin embargo, cuando no hay petición expresa por parte del entrevistador solemos cometer el error de pensar que los deberes ya están hechos, y que únicamente nos tendremos que preocupar de lo que digamos en la entrevista de trabajo. ¡Error! Nunca hay que dar NADA por sentado. ¿Por qué? Porque aunque no te soliciten un documento en concreto, llevar una serie de cosas a la entrevista de trabajo puede marcar tu valor diferencial como candidato.

¿Debo llevar algo a la entrevista de trabajo?
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¿Qué documentos tengo que llevar a la entrevista de trabajo?

Recuerda: ninguno de los documentos que te enumeramos a continuación tienen carácter obligatorio (ya que, si lo tienen, Recursos Humanos se pondrá en contacto contigo para solicitártelos). Sin embargo, siempre es recomendable preparar una carpeta llena de «por si acasos». Si se da la ocasión, el entrevistador tiene alguna duda sobre tu trayectoria profesional y puedes solventársela in situ con pruebas tangibles, tendrás un largo camino recorrido en la entrevista.

Varias copias de tu currículum (y al menos una de ellas en inglés)

Por supuesto que el reclutador habrá leído previamente tu currículum, ¿pero y si en vez de uno hay más de un entrevistador en la sala? No sería la primera vez que un jefe de departamento decide participar en el proceso de selección junto al responsable de Recursos Humanos. Ten en cuenta esta posibilidad y, por si acaso, prepara varias copias de tu currículum.

También puede darse la situación -especialmente en el caso de las empresas multinacionales- de que uno de los entrevistadores no hable tu lengua materna. Para demostrar que eres una persona educada y previsora, no dudes en entregar una copia de tu currículum en inglés: un auténtico as bajo la manga.

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Una fotocopia de tus títulos académicos y certificados de idiomas

Nunca está de más llevar una fotocopia de tus títulos académicos (carrera universitaria, máster, grado de Formación Profesional…), tus certificados de idiomas o acreditaciones más específicas como el carnet de manipulador de alimentos o el carnet de carretillero. Aunque esta información figure en tu Curriculum Vitae, es posible que el reclutador prefiera verificar estos datos en persona.

Tu portfolio

Es posible que el reclutador haya echado un vistazo a la muestra de trabajos que le enviaste en su día, pero por si acaso nunca está de más que lleves tu portfolio a la entrevista. Al seleccionador le interesará que enumeres tus logros profesionales, por supuesto, pero mejor si refuerzas tus argumentos con pruebas tangibles de trabajos que hayas realizado.

Un USB con una muestra de tus principales trabajos

Si no puedes llevar tus trabajos en papel (bien porque son piezas audiovisuales, bien porque prefieres no gastar tanto papel) siempre puedes preparar una carpeta virtual con tus mejores trabajos y guardarlos en tu USB. Cumplirá la misma función que el portfolio físico.

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Tus referencias personales

Aunque no son obligatorias, muchos reclutadores valoran las referencias personales de antiguos jefes, profesores o compañeros de trabajo. Por ello, si cuentas con algún tipo de recomendación, siempre puedes preparar una copia mecanografiada con las cartas de recomendación y los datos de contacto (número de teléfono y/o dirección de correo electrónico) de las personas que podrían hablar bien de ti como profesional.

De esta manera, si el entrevistador pregunta si posees algún tipo de referencia, siempre podrás extenderle esta hoja y animarle a que se ponga en contacto con estas personas.

Una copia de tu informe de vida laboral

Aunque es poco probable que te pidan el informe de vida laboral en la entrevista, algunos reclutadores sienten desconfianza ante las posibles mentiras que figuren en el currículum. Por eso, solicitar un documento de estas características es la forma más directa de salir de dudas, ya que en la vida laboral figuran todos y cada uno de los detalles de la trayectoria profesional de un candidato.

Mejor curarse en salud y llevar una copia de este informe en tu carpeta, ¿no te parece?

Una pequeña «chuleta» con la información más relevante de la compañía

¡Pero cuidado! Este documento es para ti; no tendrás que entregárselo al reclutador. Redactar un pequeño resumen con los datos más importantes de la compañía (año de creación, organigrama, cartera de clientes y principales proyectos) te será de gran ayuda para demostrar tu interés por la empresa en la entrevista de trabajo. Repásalo antes de entrar en la entrevista y destruye las evidencias después.

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