Podemos empezar recordando una máxima muy conocida entre los profesionales de los recursos humanos: los buenos currículums logran que te entrevisten, pero si además haces una buena entrevista de trabajo, conseguirás empleo. La mejor forma de garantizar que vas a hacer una buena entrevista de trabajo es estar muy bien preparado, averiguando todo lo que puedas sobre la empresa y el puesto de trabajo, reflexionando sobre lo que puedes decir para mostrar que eres el mejor candidato para el trabajo y preparándote para las posibles preguntas del entrevistador. ¿Pero cómo triunfar en una entrevista de trabajo? Presta especial atención.
Cómo hacer la entrevista de trabajo perfecta
Aunque la decisión final no depende de nosotros al 100%, sí podemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para aumentar nuestra probabilidad de ser contratados.
Negocia el día y la hora
Lo mejor es procurar tener la entrevista a media mañana y a mitad de semana, aunque esto casi siempre depende de cuándo te citen. Es mejor en esos momentos para evitar la presión de la agenda del propio entrevistador.
Muestra entusiasmo
Tienes que estar bien preparado para afrontar preguntas de la entrevista de trabajo que casi siempre te formularán, como por ejemplo ¿estás bien preparado para este puesto? o ¿tienes la motivación necesaria para hacerlo bien? Por eso, debes convencer mostrando con pasión tus ganas de incorporarte y de hacerlo bien.
Cuida las apariencias
Otro detalle muy importante es tener en cuenta que el entrevistador se hará una imagen de ti en los primeros instantes de la entrevista, y todo lo que hagas después apenas cambiará esa percepción inicial que se ha formado de tu persona. Por eso, debes ir muy bien arreglado, usar colores adecuados y cuidar tu lenguaje no verbal, mostrando confianza y amabilidad.
El saludo es importante
En ese mismo sentido, dar un apretón de manos firme genera una buena impresión. También es bueno sonreír al entrar en la sala. La actitud corporal debe ser abierta y receptiva, manteniendo la mirada, sentándote erguido. No debes cruzar los brazos, dar golpes con el pie en el suelo o juguetear con el móvil.
Mimetízate con el contexto
Si dos personas se encuentran cómodas juntas, suelen imitarse actuando de forma recíproca con la postura de las manos o los brazos, incluso del rostro. Si imitas sutilmente a tu entrevistador puedes lograr que empatice mejor contigo. Y si hay más de una persona entrevistándote, no te centres sólo en la persona que pregunta, mantén el contacto visual con todos. Has llegado a la fase de la entrevista por lo que ya suponen que tienes los requisitos exigidos de formación y experiencia, por eso se centrarán en ver tu talante y si vas a encajar bien en la empresa. Tenlo en cuenta.
No muestres una confianza excesiva ni cuentes demasiado de ti o sobre las empresas para las que has trabajado
No es conveniente que des demasiada información y menos si es personal, no te tomes excesiva confianza, no dejes el móvil encendido ni lo consultes.
No preguntes por los incentivos económicos inmediatamente
A no ser que el sueldo venga indicado en la oferta de empleo, preguntar sobre el salario en la entrevista de trabajo al principio de la misma es un error. Ya habrá momento de hacerlo después, al final de la entrevista. Además, así das oportunidad a tu interlocutor de que lo cuente él mismo. Recuerda que el entrevistador quiere averiguar lo que tú puedes hacer por la empresa, no lo que la empresa puede hacer por ti.
Elabora un cierre con buen sabor de boca
Procura terminar la entrevista con comentarios positivos y, desde luego, que no te sepa mal, pasado un tiempo, enviar una carta de agradecimiento en la entrevista de trabajo o una llamada de teléfono reiterando tu interés en el empleo y preguntando cómo van las cosas. Sin parecer ansioso, es mejor esto que todo lo contrario, es decir, que no muestres ninguna preocupación por la resolución de la entrevista.
Ten en cuenta que salir bien parado de una entrevista es una habilidad que se puede practicar y aprender.